Si las elecciones generales del próximo 28 de abril estuvieran en manos del votante cristiano, el PSOE y el PP obtendrían un empate técnico. Así lo recogen el sondeo sobre el electorado católico de la revista Vida Nueva realizado por NC Report. Así, el 30,5% respaldaría al partido liderado por Pedro Sánchez, el 30,3% se decantaría por la formación de Pablo Casado, el 17,6% optaría por el partido de Albert Rivera, un 11,2% apoyaría a VOX y solo un 5,6% votaría a la coalición de Unidas Podemos.
Tras un muestreo previo, la empresa demoscópica confirma la tendencia del CIS que confirma el número de católicos en torno al 70 por ciento de la población española. Así, nueve de cada diez electores del PP (90,3%) y de VOX (89,8%) se consideran católicos; ocho en el caso del PSOE (78,3%) y en torno a siete en el caso de Ciudadanos (74%).
Esta cifra se reduce a tres de cada diez (32,3%) en el caso de Unidas Podemos, lo que desvela una fuga del voto católico de izquierdas en tanto que en la encuesta encargada por Vida Nueva para las elecciones de 2016 se confesaban católicos hasta un 45,8% de los votantes de Pablo Iglesias. De hecho, si en aquel sondeo la formación morada logró un respaldo del 14% del electorado cristiano, en 2019 pierden más de diez puntos.
La encuesta ratifica la pluralidad del voto católico impidiendo la mayoría absoluta de cualquier partido en solitario, pero con matices en los pactos. Si solo se contara con el electorado creyente, una hipotética suma de los escaños entre PP, Ciudadanos y VOX permitiría formar la única coalición posible para un gobierno estable. La alianza PSOE-Unidos Podemos apenas lograría un 36,1% de los sufragios.
Vida Nueva también analiza las cuestiones que condicionan a los votantes cristianos ante las urnas. Hasta un 74,8% de los católicos españoles considera determinantes las medidas relacionadas con el crecimiento económico para decidir a quién votarán, seguidas de las políticas sociales (59%). Por detrás quedarían otros asuntos como la unidad de España (56,8%), o la familia y el derecho a la vida (55,7%).
Preguntados por si su fe personal, sus creencias personales y sus principios morales condicionan su voto, más de la mitad (57,7%) no lo consideran así, frente al 35,3% a quienes sí les influye. En el caso de los votantes católicos del PSOE y de Unidos Podemos se dispara a un 79,3% y 81,6% respectivamente. Siete de cada diez católicos aseguran que les condiciona poco o nada a la hora de votar las orientaciones públicas de los obispos.