Las ‘notas’, como el propio Benedicto XVI las llamó, sobre ‘La Iglesia y los abusos sexuales’ hechas públicas ayer, 11 de abril, ¿contradicen la postura del papa Francisco frente a esta lacra? ¿Conocía Bergoglio su contenido? Aunque el Papa emérito asegura que entregó su escrito al Klerusblatt “habiendo contactado” con el secretario de Estado, Pietro Parolin, “y al mismo papa Francisco”, hay voces que cuestionan su contenido y oportunidad.
¿Está siendo manipulado Benedicto XVI por otros? Eso es lo que sostiene el historiador de la Iglesia Christopher Bellitto, quien en declaraciones a Associated Press recogidas por The Guardian sostiene que el texto que escribió Joseph Ratzinger “omitió las conclusiones críticas que surgieron de la cumbre de abusos sexuales del Papa en febrero en Roma, incluyendo que los abusadores eran sacerdotes de todo el espectro ideológico, que el abuso era anterior a la década de 1960, que es un problema global y no simplemente occidental, y que la homosexualidad no es la causa de la pedofilia”.
“Es catastróficamente irresponsable”, señala el profesor de la Universidad norteamericana de Kean, porque cuestionaría los directrices que Francisco está intentado implementar contra los abusos basándose en esa cumbre antipederastia. “El ensayo [de Benedicto XVI] esencialmente ignora lo que aprendimos allí”, sostiene el historiador.
Falta de autocrítica
El mayor revuelo causado por el texto del Papa emérito viene de su afirmación de que “parte de la fisonomía de la Revolución del 68 fue que la pedofilia también se diagnosticó como permitida y apropiada”, en lo que ha sido considerado como una falta de autocrítica de la Iglesia en el tema de la pederastia.
Por ahí engancha también este asunto The Washington Post, quien asegura que “el Papa emérito, al enfatizar la pérdida de influencia de las creencias religiosas y la firme enseñanza de la Iglesia, brinda una explicación marcadamente diferente de la crisis de los abusos que ofrece el papa Francisco, quien a menudo ha dicho que el abuso es resultado del poder corrupto del clero”.
“Los teólogos y los analistas de la Iglesia notaron que había poca superposición entre Benedicto y el diagnóstico de Francisco sobre problema central de la Iglesia”, sentencia el influyente diario norteamericano.
Un intento de ayudar a Bergoglio
A falta de un pronunciamiento oficial del Vaticano (si es que llega), el cardenal italiano Giovanni Becciu ha entrado a terciar en la polémica para asegurar que los comentarios de Benedicto XVI sobre la crisis de los abusos fueron motivados por el deseo de ayudar a Francisco, y que sería “el mayor sufrimiento” para Benedicto ser percibido como contradictorio con su sucesor.
“Interpreto [el texto] como las reflexiones de un hombre que, ante este terrible flagelo de la pedofilia en la Iglesia, intenta ayudar al papa Francisco, y a todos nosotros, a salir de ella”, señala el actual prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, en declaraciones recogidas por Crux Now.
“No va en contra del papa Francisco, porque él no sugiere legislación” para abordar el problema, añadió Becciu. “Sería el mayor sufrimiento para Benedicto ser percibido como en contradicción con el papa Francisco”.
