Por primera vez en la historia de la democracia española, la campaña electoral de unos comicios generales coincide con la celebración de la Semana Santa. De ahí que precisamente las procesiones corran el riesgo de convertirse en un acto para que los políticos, bien se hagan presentes, bien utilicen como arma arrojadiza.
Sin embargo, la junta de gobierno de la Congregación de Mena, que procesiona con legionarios el Cristo de la Buena Muerte en Málaga, se ha adelantado. Entre otras cosas, porque el traslado de la imagen es uno de los actos más mediáticos de la Semana Santa de nuestro país.
A través de una carta, el hermano mayor de la Real Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas y Nuestra Señora de la Soledad, Antonio de la Morena, ha solicitado a los líderes de PP, Pablo Casado; Ciudadanos, Albert Rivera; y Vox, Santiago Abascal, que “tengan a bien” no asistir a ninguno de los actos previstos por la cofradía malagueña ante las elección del 28 de abril.
Evitar incursiones partidistas
De este modo, el hermano mayor, que cuenta con el respaldo de la junta de gobierno de la hermandades, busca evitar que la presencia de los líderes de los partidos conviertan los actos cofrades en “escenario de debate electoral y llegar a ocasionar en nuestra Congregación y en nuestro entorno tensiones de carácter político o ideológico, más allá de las metas señaladas en los estatutos”.
“Por ser contraria al espíritu y finalidad” de las celebraciones de la Pasión del Señor, desde la cofradía se considera que “no se debe consentir” esta incursión partidista, si bien señalan a los políticos que “esto no es óbice para que, sin lugar a dudas, estemos abiertos a recibirle en fechas distintas a las actuales, lo que por otro lado nos permitiría prestarle una atención más personalizada”.
