La Familia Vicenciana ha expresado, a través de un comunicado difundido entre las presencias de todo el mundo, “preocupación y solidaridad” ante “la dramática situación que los venezolanos experimentan en estos momentos en su país”. Tomaž Mavrič, presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicenciana, ha secundado las palabras del texto a través de un vídeo en el que denuncia como el pueblo venezolano carece de “lo más necesario para poder vivir una existencia digna y productiva” y que vive en una continua “indefensión ante la creciente injusticia”.
Las congregaciones implicadas en la familia religiosa imploran que se mantenga la “esperanza mientras busca un cambio socio-político y económico pacífico y transparente” llegando a la “plena democracia, a restablecer el Estado de Derecho, a la reconstrucción del tejido social, la producción económica libre y a la reconciliación nacional de esta nación siempre pacífica”.
Redes de solidaridad
“Ante esta crisis humanitaria –prosigue el texto–, la Familia Vicenciana desea hacerse presente no solo manifestando nuestra solidaridad con nuestra oración y acompañamiento espiritual, sino también ofreciendo ayuda que alivie una parte del sufrimiento de los más abandonados”. Para ello han establecido diferentes cauces de ayuda, abriendo una “campaña vicenciana internacional de ayuda en favor de los más pobres del país”, que refuerce los proyectos que ya se desarrollan en el país.
Además, invitan a que las “redes de la Familia Vicenciana a que den la bienvenida, protejan y apoyen a todos los venezolanos que han migrado a diferentes partes del mundo”. Y es que se calcula que hay ya cerca de 5 millones de venezolanos refugiados en Colombia, Perú, Ecuador, Brasil e incluso en Europa.