Jean-Marc Fournier es el héroe de Notre Dame. El capellán de la brigada de bomberos de París entró ayer, 15 de abril, pese al humo que rodeaba la catedral de París, para rescatar el Santísimo Sacramento y la Corona de Espinas.
Cuando se temía por las reliquias, él decidió entrar. “El padre Fournier es un héroe absoluto”, dijo un miembro de los servicios de emergencia a KTO –la televisión católica de Francia–. “No mostró ningún temor en absoluto y se aseguró de que fueran salvadas las reliquias. Él se ocupa de la vida y la muerte todos los días, y no muestra miedo”, añadía la misma fuente.
La Corona de Espinas, que se guardaba en una caja, es una de las tres reliquias conservadas en Notre Dame, además de una parte de la cruz y un clavo. Según los historiadores, fue llevada a París en 1238 por Luis IX.
El sacerdote se unió al clero del arzobispado castrense en 2004 y estuvo durante 7 años en misiones con el ejército por todo el mundo, incluida la guerra de Irak. Así, no es la primera vez que se convierte en el héroe de Francia en medio de la desgracia. El pasado 13 de noviembre de 2015, entró en la sala Bataclan después de que un grupo de terroristas del Estado Islámico asesinaran a 89 personas. Allí rezó ante los fallecidos y acompañó a las víctimas y sus familias.