La Santa Sede sigue dando pasos adelante en su acercamiento con China. Siete meses después de la firma del acuerdo entre Roma y Pekín para desatascar el nombramiento de obispos en el país asiático, el Estado de la Ciudad del Vaticano estará presente en la exposición internacional sobre horticultura que tendrá lugar en la capital china de abril a octubre de este año. Será la primera vez que la Santa Sede participe en una cita de estas características celebrada en China.
El cardenal italiano Gianfraco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, el dicasterio vaticano encargado de la preparación del pabellón, viajará a Pekín para inaugurarlo el lunes 29 de abril junto a su ‘número dos’, el obispo irlandés Paul Tighe. Será igualmente una primicia que un cardenal de la Curia romana acuda a una exposición organizada en el gigante asiático.
Según explicó Ravasi a los medios este martes, 16 de abril, el pabellón de la Santa Sede tendrá un coste aproximado de menos de un millón de euros. “Es uno de los que menos cuesta y de los más bonitos”, aseguró el purpurado, agradeciendo el apoyo recibido de otros países como Italia y Países Bajos, así como de otras personas que ofrecieron su trabajo de manera voluntaria.
Monseñor Tomasz Trafny, miembro del Pontificio Consejo de la Cultura y encargado de poner en marcha la propuesta cultural y artística de la Santa Sede en la exposición de Pekín, explicó que esta estará ubicada dentro del pabellón internacional, en el que se esperan hasta 20 millones de visitantes.
Además de diversos documentos sobre hierbas y plantas conservados en la Biblioteca Apostólica Vaticana, la Santa Sede ofrecerá en la exposición de Pekín una reproducción del cuadro del pintor Peter Wendel ‘Adán y Eva en el Jardín del Edén’, proveniente de los fondos de la pinacoteca de los Museos Vaticanos. Esta imponente obra representa en medio de un paisaje natural las figuras de Adán y Eva junto a más de 200 animales de todo el mundo. En los casi 200 metros cuadrados que ocupa el pabellón de la Santa Sede también habrá un innovador invernadero, un relieve de la Plaza de San Pedro en bronce y una escultura de un olivo.
Ravasi consideró que la presencia vaticana en la exposición celebrada en China supone un paso ulterior para “crear una atmósfera de diálogo” entre Roma y Pekín después del acuerdo sobre el nombramiento de obispos firmado el pasado mes de septiembre. El cardenal calificó su próxima presencia en el país asiático de “misión cultural” en la que tratará de reunirse con personalidades del mundo cultural chino.