“Últimamente, algunos colectivos sociales difunden un discurso político que instrumentaliza la inmigración como un chivo expiatorio de los males de la sociedad española, lo que está distorsionando la visión de parte de la sociedad sobre la realidad migratoria”. Con estas palabras ha condenado el Consejo Asesor de Migraciones de la Conferencia de Religiosos Españoles (CONFER) la postura de los partidos políticos frente a la inmigración que se ha desarrollado de cara a las elecciones generales del 28-A. “Quien más grita, aunque sea apoyado en datos falsos, genera discurso y acapara los titulares”, han señalado, por lo que “esta instrumentalización política, junto a la viralización en los mensajes de las redes sociales han generado un discurso polarizado y extremista que tiene como objeto generar miedo, junto a un imaginario de invasión”.
Por otra parte, desde CONFER han querido “llamar la atención” sobre “la trampa que utilizan algunos partidos o colectivos al relacionar los valores católicos con un único proyecto político, sea cual sea”. Así, los religiosos españoles han invitado que, de cara a las elecciones, los cristianos “beban de nuestras fuentes, como son el Evangelio y la Enseñanza Social de la Iglesia”, ya que en ellos se pueden encontrar “criterios y también las referencias morales para todo católico”, entre los que destacan la “hospitalidad, dignidad de la persona humana, primacía del bien común, compasión, solidaridad y la justicia”.
Asimismo, promover “cualquier resquicio de xenofobia, manipulación del lenguaje, desinformación, propuestas que atenten contra la dignidad humana en todas sus fases, relativización de la violencia o desprotección de los más débiles”, es, a ojos de CONFER, “contrario a las enseñanzas de Jesús”, por lo que, en lo referente al desafío de las migraciones, han insistido en la urgencia de “reclamar políticas regulatorias acordes con la dignidad de las personas, el bien común y el principio de solidaridad”, por lo que se adhieren a la propuesta del papa Francisco resumida en los verbos “acoger, proteger, promover, integrar”.
Un fenómeno complejo
Desde Confer han explicado que “la migración es un fenómeno complejo” que invita a “tomar conciencia” de sus causas: “la injusticia, la violencia y la explotación económica en los países de origen”. Si bien “la migración voluntaria, segura, regular y bien gestionada contribuye al desarrollo y al enriquecimiento cultural”, la realidad migratoria en las últimas décadas “ha conformado una España diversa”. Una diversidad cuya gestión “debemos tomarnos como una gran oportunidad”, para lo cual proponen la creación de un Fondo de Integración y se implemente un Plan Nacional de Integración y Cohesión Social.
Además, remarcan la necesidad de atender al hecho de que la población española “ha crecido en estos últimos años debido al saldo migratorio positivo, pues nuestro saldo vegetativo es negativo”, es decir, en España mueren más personas de las que nacen. “Varios estudios demuestran cómo la migración es una gran oportunidad para nuestra sociedad, incluido nuestro crecimiento económico y mercado laboral”, apuntan.
“Desde hace años, la Vida Consagrada en España a través de diferentes instituciones y comunidades, ha realizado distintos aportes que han fomentado y fomentan una cultura de la solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas, especialmente atendiendo a las causas que generan los desplazamientos, como acciones de sensibilización e incidencia, y acogiendo y acompañando directamente”, han señalado, resaltando el trabajo de integración realizado “con personas migrantes en mayor vulnerabilidad”, especialmente con mujeres migrantes y menores no acompañados.
Cooperación y solidaridad
“Existen alternativas viables a los muros, la criminalización generalizada de los migrantes, la aporofobia (odio a los pobres) y la inoculación del miedo”, han declarado los religiosos, por lo que apelan a “una lectura creyente de la realidad”, también en lo referente “al fenómeno migratorio y sus implicaciones”.
Asimismo, y de cara a la posibilidad de revisar las leyes relativas a la inmigración, han instado a la “ampliación de canales migratorios regulares, abandonando prácticas de devoluciones en caliente, luchando contra las redes de tráfico de personas y de trata, y velando por el seguimiento de las políticas migratorias”, así como al “cierre de los CIE y su sustitución por otro tipo de medidas alternativas a la detención”.
También han subrayado la obligación de proteger “la vida de las personas”, así como de salvaguardar “los derechos en nuestras fronteras, así como una protección a las personas en tránsito a través de servicios médicos, psicológicos y sociales, especialmente a colectivos en mayor vulnerabilidad como son los menores no acompañados y las mujeres”.
“Asimismo, instamos a que se vele por una política de cooperación y solidaridad con los países en mayor dificultad que posibilite que millones de personas no se vean obligadas a abandonar sus tierras, en muchos casos viviendo auténticos calvarios personales y familiares”, han apuntado.