La Red Eclesial Panamazónica (REPAM), fiel a sus principios en defensa de los territorios amazónicos, ha puesto a disposición del público un recurso pastoral para celebrar la Semana Mayor a través de un viacrucis ‘inculturado’.
En esta particular versión cada una de las estaciones es representada con testimonios y parajes vividos por los pueblos amazónicos, especialmente dedicados a todos los defensores de los territorios que han caído a manos de la violencia, por ello desde REPAM han recordado que “hoy en la Panamazonía, y en medio de la diversidad de sus pueblos, el proyecto liberador de la encarnación de Jesús está presente más que nunca en las mujeres y hombres que se entregan por amor hasta dar la vida”.
Defensa de la vida
El viacrucis amazónico inicia su primera estación con un Jesús que es condenado a muerte con el testimonio de una de las tantas víctimas: “siento miedo, rabia, dolor, pero en mi corazón persiste la esperanza de que vamos a resistir y debemos revelarnos al poder que nos está matando”. Todo ello en referencia a las empresas trasnacionales, que tras sus proyectos de explotación minera han vulnerado los derechos de las poblaciones indígenas enteras como también el exterminio de fauna y floras selváticas.
En este sentido, el equipo de REPAM ha señalado que la Semana Santa –en relación con los líderes– es también un momento para rememorar “la opción firme y valiente de Jesús de dar la vida por sus hermanas y hermanos para que tengan posibilidades de futuro”.
Nosotros somos la tierra
Otro de los momentos clave es la muerte de Jesús en la cruz. En el subsidio pastoral es representado con la emblemática lucha por los territorios: “La tierra no nos pertenece. Nosotros somos la tierra. Estamos luchando para poder seguir existiendo”. De este modo, la REPAM –y toda la iglesia– asume el compromiso de seguir al lado de todos los pueblos indígenas de cara al próximo sínodo amazónico.
“A sabiendas que la cruz es una posible consecuencia de amar la vida y la justicia, pero que nunca será el fin, sino el camino hacia una vida nueva”, han dicho, con lo cual apuestan a la resurrección de Jesús como un camino de conversión ecológica en la última estación.
Conversión ecológica
En la REPAM plantean que vencer a la muerte hoy en un Cristo resucitado, consiste en abrir nuevos caminos desde la propuesta de ecología integral donde “todo está conectado”. Además de una conversión humana y de corazón, es necesaria una conversión ecológica como “una tarea de cada católico y de toda persona de buena voluntad”.
Finalmente, con esta versión de viacrucis, la REPAM hace la invitación a “encontrar a Jesús en la duda y el dolor de un territorio violentado, maltratado y excluido. Sentir el grito de los hijos de la tierra, que luchan todos los días por días mejores para toda la humanidad”.
Foto OXFAM