España

Badajoz se rinde a Antonio Montero en sus 50 años de ordenación episcopal

  • La diócesis ha celebrado un homenaje al arzobispo emérito y director fundador de Vida Nueva
  • “Es un sacerdote y un obispo fiel, un testigo, un modelo”, dijo Celso Morga





El arzobispo de Mérida-Badajoz,Celso Morga, presidió el Martes Santo la Misa Crismal en la Catedral metropolitana de Badajoz, durante la cual se hizo un homenaje a Antonio Montero, arzobispo emérito de la diócesis y director fundador de la revista Vida Nueva. Y es que Montero celebra el próximo mes de mayo su cincuenta aniversario de ordenación episcopal.

Por este motivo, la eucaristía contó con la presencia de más de 200 sacerdotes y obispos, entre los que se encontraban el arzobispo Castrense, Juan del Río, y el arzobispo emérito de Sevilla, el cardenal Carlos Amigo. Tras la celebración, Antonio Montero mantuvo un encuentro en el Arzobispado con las autoridades actuales y aquellas que coincidieron con él durante la etapa que pasó en Badajoz.

En su homilía, Morga dedicó unas palabras de felicitación y agradecimiento hacia Montero, “obispo durante casi 25 años de la diócesis y primer arzobispo de Mérida-Badajoz”, recordó. “Don Antonio es un sacerdote y un obispo fiel, un testigo, un modelo”, lo cual no es lo mismo que “un líder”, ya que “un modelo actúa sobre el alma, formándola y modelándola, como nos pide el Señor en nuestro sacerdocio”. Además, Morga deseó que la vida sacerdotal de los presentes fuera, al igual que la del arzobispo emérito, “un cántico de acción de gracias al Padre en Cristo por el Espíritu Santo”.

Momentos difíciles para la Iglesia

Por otra parte, Celso Morga reconoció que la Iglesia vive “momentos difíciles y cruciales”, en gran medida “a causa de los gravísimos pecados y delitos cometidos por algunos de entre nuestros hermanos sacerdotes”. Sin embargo, volviendo a la celebración, recordó que para “don Antonio es tiempo de novedad, de renovación, de dar gracias al Señor por todo, incluso por aquellas cosas que no fueron bien en el pasado y nos hicieron pedir perdón y fiarnos y abandonarnos más en el Señor”.

En el transcurso de la misa, los sacerdotes que la concelebraron renovaron sus promesas sacerdotales, se bendijeron los óleos que se utilizan en la Unción de Enfermos y en el Bautismo, y se consagró el crisma, que se utiliza en el Bautismo, la Confirmación, las Órdenes sacerdotales y en la dedicación de las iglesias y los altares.

La Misa Crismal llegó a su fin con unas palabras del vicario de la ciudad de Badajoz, Francisco Maya, en las que destacó que Antonio Montero, “que tiene dificultades para hacerse entender”, deseaba “celebrar esta misa de acción de gracias con sacerdotes, religiosos y laicos de la que fue su diócesis durante 25 años”. De la misma manera, Maya apuntó que Montero “le da las gracias al Señor por haberle concedido este deseo que lo llena de inmensa satisfacción y alegría”, así como su asistencia a los presentes a la eucaristía y a los promotores de la iniciativa de su homenaje.

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