América

El adiós de Silvio Báez: “Tengo la esperanza de que Nicaragua llegue a ser libre”

  • Una multitud ovaciona al obispo auxiliar de Managua en su despedida durante la Misa Crismal al grito de “Silvio, amigo, el pueblo está contigo”
  • El prelado carmelita se exiliará en breve en Roma a petición del Papa tras recibir amenazas de muerte por sus críticas al régimen de Daniel Ortega





El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, se despidió oficialmente de Nicaragua durante la Misa Crismal celebrada el Jueves Santo en la catedral metropolitana. “No he hecho otra cosa que querer servir al pueblo de Dios, en nombre de Jesucristo y me llevo en el corazón a mi Patria y a este pueblo querido”, expresó al finalizar la eucaristía el religioso carmelita, a quien el Papa ha instado a abandonar el país tras ser amenazado de muerte. “Para los que amamos Nicaragua, Nicaragua nunca está lejos”, comentó sobre un exilio que tiene Roma como destino pero sin fecha determinada de regreso.

“Tengo esperanza de que Nicaragua llegue a ser libre, pero dependerá de los nicaragüenses, que no pierdan la aspiración de un país distinto”, subrayó ante los medios de comunicación presentes en el templo: “No esperemos que nadie nos venga a cambiar las cosas, aquí si los nicaragüenses no se esfuerzan por recuperar cada vez más su dignidad, su derecho de ciudadanía y de ser protagonista de su propia historia, esto va a ir para largo. Pero estoy seguro que este pueblo digno y valiente no lo va a permitir”.

Otro tipo de sociedad y de gobierno

En esta misma línea sentenció que “Nicaragua no es de nadie, es de todos”. “Este pueblo se merece otro tipo de sociedad, otro tipo de gobierno, otro tipo de convivencia”, expresó, a la vez que valoró la implicación de los religiosos en medio de la crisis, “un rostro samaritano de Iglesia, un rostros profético”.

A su llegada al templo, el prelado fue ovacionado por los fieles que se encontraban en el exterior. Bajo el grito “Silvio, amigo, el pueblo está contigo”, Báez se adentró en la catedral con dificultad, ante la multitud de ciudadanos que querían mostrarle su apoyo y agradecimiento por ser voz de denuncia frente al régimen de Daniel Ortega.

El cardenal Brenes y su obispo auxiliar se abrazan durante la Misa Crismal/EFE

La emoción fue tal durante la celebración que, tras la homilía del cardenal Brenes, los asistentes rompieron el silencio al grito de “Libertad, libertad”, “Nicaragua libre” o “Abajo la dictadura”. También se pudo escuchar al sacerdote Guillermo Martínez alzar la voz por los universitarios asesinados a manos de paramilitares a lo largo del último año: “¡No eran delincuentes, eran estudiantes!”, clamó el consagrado. De nuevo, al finalizar la eucaristía, los católicos allí reunidos agradecieron una vez más su entrega a Silvio Báez.

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