El Palacio de la Generalitat ha acogido hoy, 23 de abril, una eucaristía por la fiesta del patrón de Cataluña, sant Jordi. A la celebración, que ha teñido del amarillo de las rosas el claustro del Palau, han acudido tanto autoridades civiles como eclesiales.
La misa ha sido presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, quien ha expresado que “vivimos momentos de confusión, de dolor, de pérdida de valores y carencia de ilusión”, ante los cuales hace falta “la unión entre todos, una unión que respete la diferencia”.
Después de la celebración se ha procedido a la bendición de las rosas, unas flores que, junto a los libros, son símbolo de una festividad que “encarna no solo valores patrióticos, culturales, literarios o caballerescos”, sino sobre todo “valores profundamente cristianos”, ha destacado el purpurado.
Una vez bendecidas, Omella se ha detenido para agradecer, una a una, el trabajo de todas las personas y entidades sociales presentes en el claustro del Palacio.