Esta Semana Santa, alrededor de 1,600 comunidades de 29 estados del país se vieron beneficiadas con la visita de más de 21 mil misioneros del apostolado Juventud y Familia Misionera de los Legionarios de Cristo.
Durante su estancia en esos lugares –así como en reclusorios y hospitales– los misioneros ofreció orientación psicológica y legal, en el marco de lo que tradicionalmente se le ha llamado la Megamisión, iniciativa que este año cumplió su 25 aniversario.
La Megamisión inició el 13 de abril con una misa de envío en la Basílica de Guadalupe y en las principales ciudades de la República Mexicana como Monterrey, Guadalajara, Aguascalientes, Campeche, Acapulco y Mérida.
Evangelizar para transformar
Durante la Misa clausura de la Megamisión, que se realizó en la Universidad Anáhuac México el pasado 21 de abril, con más de 14 mil asistentes, Bárbara Herrera, directora nacional de Juventud y Familia Misionera, recordó que el apostolado tiene “el gran compromiso de servir a la Iglesia y a la sociedad, convocando, formando y enviando agentes de evangelización para transformar comunidades”.
La celebración tuvo lugar en la explanada de la Universidad Anáhuac México, campus norte, con la presencia sacerdotes, consagradas, laicos consagrados, misioneros y sus familias que llegaron a recibirlos.
Fue presidida por el sacerdote legionario Ricardo Sada, director territorial de México y Centroamérica y concelebrada por más de 130 legionarios de Cristo. De éstos, 34 llegaron de Roma, Italia, para participar en las misiones.
El invitado especial
Al inicio de la ceremonia, el padre Ricardo Sada explicó que debido a lo especial de la misa con motivo de los 25 años de las Megamisiones, se tenía la presencia de un invitado también especial: un relicario con un fragmento de la sotana de san Juan Pablo II, impregnado con sangre derramada el día que sufrió el atentado en la plaza de San Pedro.
La homilía fue pronunciada por el sacerdote Rafael Pacaníns, delegado para el apostolado del territorio de México y Centroamérica. Ante los miles de jóvenes, familias, anunció: “¡Cristo vive, y te quiere vivo!”, citando las palabras del papa Francisco de esta Pascua. Mencionó que Dios llama a cada uno a ser misioneros todos los días del año para ayudar a Cristo a reconstruir el mundo.
Orientación en tres áreas
Juventud y Familia Misionera trabajó en más de 50 diócesis, donde los misioneros se incorporaron al trabajo con los obispos y párrocos para evangelizar, organizar pláticas y dar el apoyo necesario a personas enfermas o con necesidades especiales.
También se tuvieron misiones médicas, psicológicas y legales: “Durante estos años que venimos misionando, nos hemos dado cuenta de que hay una enorme necesidad de orientación psicológica y legal. Hay una pequeña comunidad del Estado de México que en un año registró cinco suicidios. Ante esta situación, nos coordinamos con las Facultades de Derecho y de Psicología de la Universidad Anáhuac, y se sumaron a las misiones de este año. El éxito ha sido tal, que regresaremos en mayo y diciembre”, aseguró Manuel Borbolla, coordinador de este grupo de misiones médicas.
Misioneros jóvenes, universitarios y sus familias
En estas misiones participaron profesores, alumnos y familias de la Red de Colegios Semper Altius y de la Red de Universidades Anáhuac. También asistieron miembros de las diversas localidades del Regnum Christi y del ECYD (Educación, Cultura y Desarrollo Juvenil).
De los colegios Mano Amiga participaron alrededor de 750 misioneros de los colegios de Torreón, Monterrey, Coahuila, Mérida, Guadalajara, Acapulco, Aguascalientes, León, Lerma, Villas de San Juan, Morelia, Piedras Negras, Chalco, Zomeyucan, Cancún, Querétaro, Puebla, Tapachula y Tijuana.
Asimismo, 700 misioneros de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID) asistieron a 13 regiones del país, visitando de 8 a 12 pueblos en cada región.