“El hecho de que esta masacre podría haberse evitado es realmente grave”, ha dicho a SIR el cardenal arzobispo de Colombo, Malcolm Ranjith, en relación a los atentados que tuvieron lugar el pasado domingo de pascua en iglesias y hoteles de Sri Lanka, dejando 359 víctimas mortales y 500 heridos . Y es que la primera advertencia de que algo así podía suceder llegó a los servicios de seguridad dos semanas antes, el pasado 4 de abril. Rajitha Sanaratne, portavoz del Gobierno de Sri Lanka, ha señalado que las autoridades de la India advirtieron de un posible complot para perpetrar ataques suicidas contra iglesias cristianas y ataques turísticos, llegando el último de ellos dos horas antes de que comenzara la masacre.
Estas advertencias de los servicios de inteligencia de la India se basaban en la información obtenida durante un interrogatorio realizado a un detenido sospechoso de pertenecer al Estado Islámico. Éste les facilitó el nombre de Zahran Hashim, asociado a un grupo extremista local y que más tarde sería identificado en un video publicado por el Estado Islámico, en el cual se aparecían los supuestos terroristas y en el que el grupo extremista se atribuía la responsabilidad de los atentados.
Para Ranjith es muy posible que detrás de los atentados haya “intereses geopolíticos”. Sri Lanka “es un país ubicado geográficamente muy bien por intereses geopolíticos y económicos”, por lo que sería posible que “este grupo de terroristas haga el trabajo por otra persona”. Además, ha manifestado su descontento con el secretario de Defensa Hemasiri Fernando, ya que en sus declaraciones “respondió a las preguntas de manera descuidada, como si no hubiera sentido ninguna responsabilidad, ningún peso de lo que le ha ocurrido a nuestra gente”.
“Los terroristas no son musulmanes”
Por otra parte, Ranjith ha subrayado que los terroristas “no son musulmanes, sino personas que explotan en nombre del islam”. Así, el problema no sería “entre las religiones”, sino una cuestión “de política internacional” que no debe afectar al diálogo interreligioso. “De esta dramática experiencia saldremos más reforzados”, ha añadido, explicando que ya se ha producido, en los últimos días, un encuentro interreligioso entre los representantes de las diferentes confesiones presentes en el país, entre ellos musulmanes.
“Todos condenamos lo que había sucedido. Algunos parlamentarios y ministros de fe islámica me expresaron su cercanía y condenaron estas acciones”, ha remarcado el purpurado. Por este motivo, Ranjith ha pedido a sus compatriotas que “no se dejen engañar” y que “no ataquen a nadie, hagan justicia a las víctimas, mantengan la armonía y trabajen por una paz duradera en Sri Lanka”.
“Si las agencias de seguridad locales no cumplen con su deber, ¿a quién deberíamos acudir?”, ha dicho el cardenal, que también ha pedido “que todos los factores posibles sean investigados” y que todos los responsables “sean arrestados y castigados según la ley del país”. Sin embargo, la ley de Sri Lanka prevé la pena de muerte, si bien no se aplica desde hace 45 años. “Siguiendo la enseñanza de la Iglesia y las más recientes indicaciones del Papa Francisco, consideramos inaceptable la pena de muerte”, ha aclarado, pero si ven necesaria “una pena que sea adecuada a la culpa”, como la “cadena perpetua”.
Medidas de seguridad
Mientras, las celebraciones en las iglesias del país continúan suspendidas, ya que Seguridad Nacional ha decretado el estado de alerta ante la posibilidad de nuevos ataques. “Tenemos que estar atentos en este momento, pero tendremos la situación bajo control en los próximos días”, ha declarado el viceministro de Defensa de Sri Lanka, Ruwan Wijewardene, en una rueda de prensa.
Según Wijewardene, los ataques del pasado domingo se cometieron por al menos “nueve suicidas”, de los cuales “varios han estudiado en otros países, tenían grados universitarios y de posgrado, lo cual indica que era gente bien formada”.Por el momento, han sido detenidas 60 personas de origen con relación a los atentados y, si bien el viceministro no ha precisado la nacionalidad de todos los implicados, adelantó que uno de ellos cursó estudios en el Reino Unido y Australia. “Estamos buscando conexiones con todos los países vecinos”, ha añadido.
Por su parte, el nuncio apostólico de Colombo, Pierre Nguyén Van Tot, ha afirmado que la gente “tiene miedo”, pero que las palabras del papa Francisco a los católicos de Sri Lanka y a las víctimas de los atentados les “han consolado”, ya que en el país “se quiere mucho a Francisco, se le sigue y los fieles agradecen este gesto”.