“He recibido con estupor y preocupación la noticia de unos volantes presuntamente firmados por el ELN”, así ha denunciado Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), luego de que el grupo guerrillero declarara objetivo militar al párroco de Santa Lucía, Richard García, en la ciudad de Rubio, estado Táchira, región andina de Venezuela.
Aparte del sacerdote, un grupo de familias y dirigentes opositores también recibieron los panfletos amenazadores, supuestamente firmados por el frente Gustavo Villamizar del ELN, como también las fachadas de sus casas, incluyendo el templo, fueron marcadas con cruces rojas.
“Los declaramos objetivos políticos y enemigos públicos de la revolución a un grupo de traidores”, se lee en el documento (ver imagen), al tiempo que los acusan de obstaculizar el trabajo de Nicolás Maduro.
¿Dónde están los cuerpos de seguridad?
En las últimas semanas, Maduro y algunos voceros del régimen en reiteradas ocasiones han pedido a sus colectivos ‘defender la paz’, en un claro llamado a la violencia y como una forma de amedrentamiento a una población acechada por la carestía de alimentos, medicinas y falta de servicios. “Esto refleja la indefensión de los ciudadanos, pues ese grupo no tiene legal ni constitucionalmente derechos para actuar en nuestro territorio”, ha dicho el obispo.
“Nos preguntamos ¿dónde está la presencia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que debería, según lo indica la Constitución, proteger a la ciudadanía ante los embates de cualquier tipo de grupo irregular?”, inquiere el prelado al tiempo que espera un pronto pronunciamiento del Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López.
Del lado del pueblo
Padre Richard García, párroco amenazado
Tras ser consultado por Vida Nueva, el párroco amenazado, Richard García ha dicho que con lo sucedido “da tristeza ver cómo estamos acá en Venezuela y nosotros como Iglesia lo que hacemos simplemente es luchar por la verdad, por la justicia”.
“Ciertamente he participado de algunas manifestaciones y eventos de protestas, pero como el pastor que acompaña a su pueblo. Nunca voy ni gritando consignas políticas ni partidistas, ni mucho menos con improperios o groserías, simplemente voy acompañando a mi pueblo y eso respondiendo a lo que nos invita el papa Francisco a estar muy cercano al pueblo”, ha expresado.
Además de sus participaciones en manifestaciones públicas, el sacerdote se encuentra vinculado como voluntario a la casa de paso la Divina Providencia, creada por la diócesis de Cúcuta, en la que se reparten unos 6.000 almuerzos a diario. El presbítero ha indicado que hará las denuncias respectivas ante las autoridades a fin de que tomen cartas en el asunto.
