En el preámbulo de la 57ª Asamblea General del episcopado brasileño, que ha iniciado este 1º de mayo en el Santuario Nacional de Aparecida, la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños (CNBB) ha dado a conocer un mensaje con motivo del día del trabajador y de la trabajadora.
“Urge asegurar el derecho al trabajo y reafirmar la dignidad de los trabajadores y trabajadoras”, clama la CNBB en una nota firmada por su presidente, el cardenal Sérgio da Rocha, su vicepresidente, Murilo S. R. Krieger, arzobispo de San Salvador, y su secretario general, Leonardo Steiner, obispo auxiliar de Brasilia.
Pérdida de los derechos de los trabajadores
Particularmente la Iglesia brasileña manifiesta su preocupación por el justo sustento de las familias, y el combate al desempleo y al trabajo esclavo, sin dejar de denunciar el sufrimiento que ha causado al pueblo brasileño “la precarización de las relaciones laborales y la pérdida de los derechos de los trabajadores”.
Al reconocer el valor de los sindicatos como “expresión profética de la sociedad”, la CNBB apela a la doctrina social de la Iglesia para alentarlos, lo mismo que a los poderes públicos y a otras instancias de la sociedad civil –incluyendo empresarios e iglesias– a defender la primacía del trabajo y del bien común sobre el lucro y el capital.
13 millones de desempleados
Con todo, la principal preocupación de los obispos brasileños tiene que ver con el ascenso del desempleo: ¡ya son más de 13 millones! “El Estado no puede desentenderse de su papel mediador de las relaciones laborales en una sociedad democrática”, subrayan los prelados, al tiempo que destacan que “la ley 13.467 de 2017, como solución para superar la crisis, ha sido deficiente”.
Asimismo, evocando la afirmación del papa Francisco sobre el desempleo juvenil como “la primera y más grave” forma de exclusión de los jóvenes, la CNBB afirma que “la imposibilidad del trabajo genera pérdida de sentido de vida y, consecuentemente, lleva a la pobreza y a la marginación”.
La seguridad social en riesgo
Finalmente, los obispos brasileños han reiterado su preocupación de cara a la reforma de la seguridad social en el país, “fundamental para la preservación de la dignidad de los trabajadores y de su justa y digna jubilación”.
La Iglesia hace suya la situación de los “más frágiles de la sociedad” al advertir que no se puede “desistir de la lógica de solidaridad y de la protección social a través de la capitalización, como propone el Proyecto de Enmienda Constitucional 06/2019”. No es ético desconocer las reglas de la seguridad social que hacen parte de la Constitución de 1988.
Foto: MST.