La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha hecho su acostumbrada salutación al país, en voz de su presidente, Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio, con motivo del Día internacional del trabajador: “En este día universal del trabajo quiero enviar un saludo y una bendición a todos los que trabajan en el campo y en las ciudades”.
A imagen y semejanza de un Dios que trabaja, de este modo el prelado ha expresado que “hemos sido redimidos por un Dios que, hecho hombre, aprendió en el hogar de Nazaret a orar, a vivir el silencio y a trabajar”. En este día en el que también la Iglesia universal celebra la fiesta de san José obrero, patrono de los trabajadores.
Por los desempleados y migrantes
Para el presidente del episcopado colombiano, el trabajo “nos permite vivir nuestra dignidad humana”, es por ello que ha enviado un saludo a aquellos que por diversas razones no tienen trabajo, porque “se está afectando su propia dignidad”.
Igualmente ha pedido, de manera muy especial, por los migrantes que llegan a Colombia para que “los acojamos, los acompañemos, los protejamos, y si podemos ofrecerles un trabajo que sea también digno para ellos y su familia”.
“Quiero invitar a todos para que con responsabilidad vivamos cada uno el trabajo pequeño o grande que realicemos, porque nos permite sostener la familia que es el espacio donde aprendemos a trabajar”, ha dicho.