América

José Luis Azuaje: “Exigimos el cese de la represión”

  • El presidente del Episcopado venezolano pide a las autoridades respetar la dignidad de los manifestantes
  • En la jornada del 1º de mayo, los cuerpos de seguridad han disparado a quemarropa





Luego de una reunión extraordinaria de todos los obispos venezolanos el martes 30 de abril, al final de la tarde del 1º de mayo, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, ha expresado su rechazo al recrudecimiento de la represión en las protestas convocadas por el bloque democrático.

Este sería el primer pronunciamiento público por parte de la Iglesia venezolana, tras el inicio de lo que Juan Guiadó, presidente encargado, ha denominado la fase final de la Operación libertad, junto a su compañero de partido –ahora a salvo en la embajada de España en Venezuela– Leopoldo López.

En la cuenta de twitter de la CEV puede leerse un mensaje breve en el que el prelado exige  al régimen el “cese de la represión” en un claro llamado a respetar los derechos humanos de los miles de manifestantes que han salido a protestar luego del llamado a la ‘gran marcha’, que Guiadó hiciera a la población civil y militares.

Respeto a los derechos humanos

“Este 1 de mayo se ha recrudecido la represión y la violencia por parte de efectivos de seguridad  del Estado y colectivos armados. Los detenidos y heridos han ido en aumento”, ha denunciado el presidente del episcopado venezolano.

Por otra parte ha hecho un llamado directo a las autoridades, responsables del resguardo y orden ciudadanos, “a respetar la dignidad y los derechos humanos de los ciudadanos y a la libertad de poder protestar pacíficamente”.

Midiendo fuerzas

El 1º de mayo, con la celebración del Día internacional del trabajador y las fiestas de san José obrero para la Iglesia, en Venezuela ambos bandos estuvieron midiendo fuerzas con sendas marchas en favor y en contra de la continuidad de Nicolás Maduro en el poder.

Cabe recordar que tras el pronunciamiento de 25 militares que acompañaban a Guaidó y a López, como la deserción del jefe del Servicio de Inteligencia (Sebin), general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, se inició una dura ola de represión con epicentro en el sector Altamira, en Caracas, y en más de 12 ciudades del país, acciones comandadas principalmente por los colectivos armados leales a Maduro y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Agresión a la prensa

Según informan medios nacionales como Punto de Corte, la tarde del 1 de mayo, en Altamira, al este de Caracas, a las 3.40 de la tarde nuevamente funcionarios de la GNB dispararon a quemarropa a manifestantes que se apostaban desde las 9.00 de la mañana, resultando varias personas heridas de gravedad, entre ellos un fotógrafo y un reportero que cubría la protesta.

Esto fue constatado por el Sindicato Nacional de la Prensa de Venezuela que informó, en su cuenta de twitter, que el fotógrafo independiente, Juan Carlos Neira, resultó herido en la cabeza cuando “daba cobertura a la represión en las cercanías del distribuidor Altamira” como también el reportero Gregory Jaimes, del canal VPI TV, con dos impactos de bala en la cara y en el brazo.

Represión en Maracaibo

La segunda ciudad del país, Maracaibo, capital del estado Zulia, además de de ser castigada con los prolongados cortes de energía eléctrica, siendo una ciudad que promedia unos 35º de temperatura, también es sometida al asedio de grupos colectivos armados, que junto con la policía y militares, salen a reprimir a quienes legítimamente manifiestan su descontento.

Ubaldo Santana, arzobispo emérito de Maracaibo y miembro de la Comisión Episcopal de Misiones, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la detención de manifestantes pacíficos, entre los que destaca el reconocido cardiólogo César Perozo, por quien ha pedido su pronta liberación.

Foto SNTP

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