Joan Planellas, nuevo arzobispo de Tarragona

Joan Planellas, durante el seminario internacional "Iglesia sinodal" organizado por la

El decano de la Facultad de Teología de Cataluña, Joan Planellas, es el nuevo arzobispo de Tarragona. Así lo ha dado a conocer el papa Francisco a las doce del mediodía. De esta manera, el teólogo de Girona sustituye a Jaume Pujol al frente de una de las diócesis más antiguas de España.

Planellas, de 64 años, es nombrado arzobispo directamente sin haber pasado antes por otra sede episcopal, como solía ser habitual hasta la llegada de Bergoglio a la Santa Sede. Sin embargo, con Francisco parece haberse roto esa norma no escrita también para España de que antes de asumir una plaza clave como suele ser un “arzobispado” se precisa de un cierto “entrenamiento” episcopal en una diócesis más pequeña. No obstante, Planellas cuenta con un amplio bagaje académico y pastoral. De hecho quienes le conocen, destacan de él que se trata de un hombre “notable” como intelectual e investigador, así como “un buen cura, un muy buen sacerdote”.

Académico con experiencia pastoral

Ordenado sacerdote en 1982, es doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana, en la facultad es apreciado por sus alumnos y ex alumnos al frente de asignaturas como Misterio de Dios y Eclesiología. A sus espaldas también lleva el acompañamiento de comunidades en Marenyà y Tallada d’Empordà como administrador parroquial, además de ser director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Girona (1988-1998) y rector del Seminario de Girona (1996-2002).

Decano desde 2015 con el respaldo del entonces canciller y hoy cardenal emérito de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha sido respaldado en su labor por el actual cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.

En defensa de la sinodalidad

La semana pasada, Planellas participó en Madrid en el seminario internacional ’Iglesia sinodal: de Pablo VI al Papa Francisco’, promovido por la Fundación Pablo VI con la colaboración de PPC. Durante su ponencia, el nuevo prelado defendió que “la sinodalidad no se puede identificar, pues, tan solo con la actividad colegial de los obispos, sino de forma general con la actividad de la Iglesia en su conjunto”.

Tomando como eje vertebrador “la teología del Pueblo de Dios”, Planellas hizo un llamamiento a “una actitud de escucha atenta por parte de todos” promoviendo la “comunión fraternal” y dejando espacio “a la tarea del Espíritu Santo”. A partir de ahí reivindicó “el principio de subsidiariedad en las decisiones eclesiales” desde una eclesiología de comunión, con aplicaciones concretas: “Lo que puede ser realizado con el esfuerzo y la propia iniciativa de los cristianos concretos, o de comunidades locales, no debe ser asumido por las instancias superiores”.

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