Ubicada al norte del país, en el estado de Tamaulipas, México, se encuentra la Diócesis de Matamoros, con un territorio de casi 20 mil kilómetros cuadrados y unos dos millones de católicos gobernados pastoralmente por Eugenio Lira Rugarcía, un obispo bastante conocido en el país por haber sido secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano en el periodo 2012-2016.
Este 2019, la diócesis tamaulipeca está cumpliendo seis décadas de haber sido erigida. Desmembrada del territorio de la Diócesis de Tamaulipas, Su Santidad Pío XII la creó el 16 de febrero de 1959. Actualmente tiene 110 sacerdotes y 75 templos distribuidos en ocho municipios del estado.
En entrevista con Vida Nueva, Eugenio Lira Rugarcía, quien fue el principal organizador de la visita que el papa Francisco realizó a México en febrero del 2016, explica cuáles son los principales retos pastorales que tiene la diócesis.
Gente ‘entrona’
Si hay algo que Lira Rugarcía destaca de su diócesis es el carisma de su gente, pues “tanto los fieles laicos, como los sacerdotes, los diáconos, los miembros de la vida consagrada y los seminaristas son ‘entrones’ al trabajo pastoral, con un estilo muy franco, como es la gente del norte, muy echados ‘pa’lante’, auténticos discípulos misioneros de Jesús”.
Asegura que es gente que ha tenido que afrontar situaciones muy difíciles, ya que desde hace años la región ha sufrido la violencia provocada por el crimen organizado; “pero a pesar de eso, la gente no se ha echado para atrás, ha seguido adelante en su vida de trabajo, de familia, de sociedad, de Iglesia, porque siguen saliendo a hacer visitas domiciliarias para anunciar el Evangelio, y sigue reuniéndose para celebrar su fe cada domingo en sus parroquias”, añade.
Pero además, la Diócesis de Matamoros ha sido solidaria con los inmigrantes, pues ha dado albergue a muchos de ellos que llegan con el deseo de progresar; “son personas muy emprendedoras y colaboradoras”.
Migrantes y violencia
Al referirse a los retos que tiene la Diócesis de Matamoros, el obispo considera que si bien uno de ellos es trabajar en la reconstrucción del tejido social, que ha sido terreno fértil para la violencia, también le preocupan mucho los migrantes, pues la ubicación geográfica convierte a la diócesis en un lugar de recepción y de paso de miles de personas que buscan el “sueño americano”.
La realidad migratoria es tan dura, que desde hace 30 años la diócesis ha buscado responder a ella a través de dos casas de migrantes, una en Reynosa y otra en Matamoros, además de un módulo de atención a migrantes en la central camionera.
“Puedo decir que ha sido admirable el trabajo que ha hecho la Pastoral de Movilidad Humana y la Pastoral Social, atendiendo a nuestros hermanos migrantes; tenemos muchos colaboradores laicos que se han arriesgado mucho para protegerlos y atenderlos, poniendo en práctica los verbos que nos ha dicho el Papa: acoger, proteger, integrar y promover a los migrantes”.
Para Lira Rugarcía, parte importante de la atención a los migrantes –además de ofrecerles alimentos, medicinas y ropa– es la espiritualidad y la evangelización.
El 60 aniversario
Eugenio Lira, quien gobierna esta diócesis desde noviembre de 2016, agradeció “las bendiciones que el Señor ha concedido” a esta Iglesia particular durante seis décadas:
“Desde entonces seis obispos hemos servido en esta diócesis, que tiene una población de dos millones y medio de personas, de las cuales casi dos millones se declaran católicas. Hay 110 sacerdotes, cinco personas de vida consagrada, cinco diáconos permanentes, más de 70 seminaristas, cinco institutos de vida consagrada y 11 de consagrados, 116 religiosas, más de 40 organismos laicales, y estamos divididos en tres zonas pastorales con 75 parroquias, además de algunas rectorías y capillas. La catedral está consagrada a Nuestra Señora del Refugio”.
Eugenio Lira recuerda que con ocasión del 60 aniversario, en abril pasado se realizó un foro sobre migrantes: “nos acompañaron autoridades de gobierno y especialistas en materia de migración, así como representantes de casas de migrantes de otras diócesis, además del obispo México-estadounidense de San Antonio Texas, Gustavo García Siller, quien dio una conferencia magna sobre la realidad de la migración y los retos que ésta supone”.
El PGP
El obispo señaló que su predecesor, Ruy Rendón Leal, inició el Plan Diocesano de Pastoral, el cual se enriquecerá con las propuestas del Proyecto Global de Pastoral del Episcopado Mexicano (PGP) y se presentará en la clausura del año jubilar que vive la Diócesis de Matamoros; es decir, el 15 de agosto próximo.