España

Ángel Espinosa: “El problema de los matrimonios actuales es la superficialidad con la que se promete el amor”

El Legionario de Cristo mexicano, que ofrecerá una conferencia en la Diócesis de Cartagena, habla con Vida Nueva acerca de la necesidad de formar a los jóvenes para afrontar sus vidas desde los valores





“Cualquier declaración de autentico amor es para toda la vida. Por supuesto que pueden darse situaciones que no se contemplaban y que me hagan perder los sentimientos, eso son temas que se tienen que tratar, pero son casos particulares”. Con estas palabras responde a Vida Nueva Ángel Espinosa de los Monteros, especialista eclesiástico en el ámbito de la familia, al ser preguntado por cómo ve la situación del matrimonio actualmente.

El sacerdote, de origen mexicano, se encuentra en España para impartir una serie de conferencias dirigidas a jóvenes y adultos en la Diócesis de Cartagena, entre el 9 y el 13 de mayo, después de lo cual seguirá su gira por Valencia y Madrid. El problema no son los casos particulares sino la superficialidad con la que hoy la gente promete amor, sin conocer a la persona realmente”, puntualiza.

Las charlas dirigidas a adultos están orientadas, sobre todo, a matrimonios, “pero son inclusivas, puede venir quien lo desee”, dice. Y es que se va a hablar de las enfermedades del espíritu y como superarlas. “Las personas odiamos la palabra enfermedad”, afirma.

Las enfermedades del espíritu

“Cuando te dicen que el bebé que esperas viene enfermito es una tragedia y, sin embargo, las enfermedades del cuerpo no son tan graves como las del espíritu”, explica, a lo que asegura que conoce personalmente personas “con enfermedades físicas gravísimas que se superan, que viven felices con sus problemas físicos”.

Sin embargo, para Espinosa, “la verdadera ceguera es la que no te permite ver las consecuencias de tus actos, cómo tratas a tu marido o tu mujer, así como la sordera de quienes no saben escuchar y siempre tienen la razón”. De la misma manera, para el sacerdote también existen aquellos que “no son capaces de dar un paso, las personas que viven del quisiera hacer pero no son capaces de hacer nada, de buscar trabajo o de perdonar”.

“Hay mucho enfermo sano y mucho sano dramáticamente enfermo”, añade, señalando que quienes tienen “este mundo patas arriba no son los niños que nacieron con síndrome de Down o con capacidades diferentes, ellos son inocentes, sino los sanos enfermos los que tenemos al mundo lleno de injusticias, de problemas, de separaciones, de asesinatos…”.

Formar “las seis columnas”

Por todo ello, el mensaje que lleva siempre Ángel Espinosa no es otro que el de Mi mensaje es “cambia tu metro cuadrado”, el de cambiarse a uno mismo para poder ofrecer lo mejor “a los que te rodean”. Así, las charlas para los jóvenes tendrán que ver con el “toma tu vida en tus manos, tú decides”. Es decir, tratan fundamentalmente de “las seis columnas que sostienen toda vida humana y que son imprescindibles”, pero que deben formarse: “la inteligencia, la conciencia, la voluntad, el corazón, el carácter y la espiritualidad”.

“Normalmente cuando escuchamos la palabra formación la gente piensa en la universidad, pero no tiene nada que ver”, subraya, ya que “los estudios superiores te enseñan ciencias matemáticas, empresariales, psicología… pero no te forman como persona”. El ejemplo que pone para entender esto es el de la candidata a las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, Hilary Clinton. “Es una mujer que estudió en las mejores universidades del mundo pero que dijo que si ganaba las elecciones el aborto sería posible hasta el noveno mes”, dice Espinosa.

“Por supuesto que para mí, como católico, el aborto no se hace ni al medio día de la concepción, pero ¿cómo una mujer con toda la ciencia que hay hoy en día, que podemos ver a un bebé en el vientre de su madre, puede decir algo así?”, se pregunta.

“Educar a los hijos no se trata únicamente de mostrarles modales, eso es el primer escalón”, explica, mientras que el segundo es “educar a la persona, sacar lo mejor de esa persona porque todo niño que viene al mundo ya lo tiene todo en su mente y su corazón”.

La necesidad de una educación espiritual

Espinosa es consciente de que, si bien en la formación de las cinco primeras “columnas” a las que se refiere mucha gente estaría de acuerdo, a la formación espiritual se le puede apuntar que hay personas que no creen en Dios.

“Se trata de que se plantee y reflexione la espiritualidad, pero es cierto que ese último punto está reservado a aquellos que tienen un poco de fe o de intuición, mientras los otros cinco son necesarios para todos”, ya que “una persona que no forma su conciencia podrá salir de Harvard pero llevar una doble vida, un amante, negocios dudosos, así como una persona que no forma su corazón no sabrá tratar a su mujer, a su marido o a sus hijos”.

En cuanto a la necesidad de las clases de Religión en los colegios, se muestra especialmente crítico no solo con España, sino con Europa, de la cual dice que si no se forma espiritualmente “va a desaparecer”. “A un católico que va a misa tres días a la semana se le llama fanático, al igual que a quienes no están de acuerdo con la ideología de género”, apunta.

En cambio, “otras religiones y mentalidades están invadiendo Europa hasta el punto que el europeo ya no tiene hijos, o tiene diez hijos de distintas familias, está metido en la ideología de género, en el aborto… y todo por falta de espiritualidad”.

“Estas nuevas mentalidades”, asevera, “se están extendiendo por Europa como un mancha de aceite hasta el punto en que hasta nos dan órdenes como la de quitar los crucifijos”. Por otra parte, y dejando de lado el tema de la fe, también señala que esta formación es necesaria “para mantener la cultura y la identidad europea, o si no en unos años nos lamentaremos ante el imperio del relativismo, de la mentira, y sus consecuencias”.

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