‘Tren de la vida’ es una apuesta que los jóvenes del Catatumbo, una subregión colombiana ubicada en el departamento Norte de Santander, han iniciado para la construcción de la paz estable y duradera, a través de la diócesis del Tibú, de la mano de su obispo, Omar Alberto Sánchez Cubillos, en el marco del programa Fortaleciendo a la Sociedad Civil para la Gobernanza (Fortalesciendo) y con el apoyo de Cáritas colombiana.
Es de este modo como el próximo 9 de mayo de 2019, desde las 9.30 de la mañana hasta las 2.00 de la tarde, el seminario menor San Luis Beltrán, en la ciudad de Tibú, jóvenes de 17 parroquias presentarán sus propuestas de incidencia que promuevan la cultura de paz en un foro público.
Esta actividad, según han informado sus organizadores, representa la primera estación del tren, con la cual quieren sostener un importante intercambio con gobernantes, candidatos, organismos del Estado, párrocos, medios de comunicación, agencias de cooperación, líderes de opinión.
La metodología se desarrollará en 4 paneles de conversación (cuidado del ambiente, emprendimiento, arte, construcción de paz, cultura y deporte), que servirán de ‘vagones’ para mover ese Tren de la Vida.
Todo este esfuerzo “ha sido el fruto de un intenso proceso de diálogo y gestión participativa”, donde los jóvenes son los principales protagonistas. Además durante el evento serán presentadas expresiones culturales y, además, buscarán acuerdos de colaboración a sus iniciativas.
Es preciso recordar que El Catatumbo es uno de los territorios más golpeados por la violencia por parte de grupos armados, especialmente por las disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional), EPL (Ejército Popular de Liberación), paramilitares y narcotraficantes. Si bien es una zona rica en recursos naturales, también ha estado sometida bajo el olvido gubernamental por más de 50 años.
Lamentablemente los jóvenes se han convertido en el objetivo de estos grupos al margen de la ley para el reclutamiento forzado, incluso muchos de estos muchachos se ven obligados a entrar en la guerra por las condiciones mismas de pobreza y exclusión que sufren.
Al respecto, Omar Alberto Sánchez, obispo de Tibú, ha aseverado, en declaraciones al programa Fuente Directa, que “los jóvenes del Catatumbo y de la diócesis son un reto en general para el Estado, para el gobierno local, para las familias y para la diócesis misma, tal vez de los más grandes retos que tenemos en nuestra tarea evangelizadora”.
“Están los jóvenes bordeando una región marcada por la cultura de la muerte, con el drama de la guerra y el conflicto armado interno que tenemos, como también de la cultura de la coca, de lo ilícito que van abriendo unas brechas muy grandes hacia la lógica de lo ilegal y la muerte, que los va poniendo en alto riesgo”, acotó.