Después de la intensa semana vivida en Venezuela, el cardenal venezolano Baltazar Porras lanza un SOS. “Estamos viviendo un momento inédito, después de veinte años de dominación de un régimen que en Europa se quieren presentar como un Gobierno de izquierdas. Pero en realidad tanto Chávez como Maduro han sido y son un Gobierno de facinerosos”. Así se expresa el arzobispo de Mérida y administrador apostólico Caracas, recién aterrizado a Madrid después de los acontecimientos vividos en la última semana en Venezuela.
Porras ha sido el invitado sorpresa en las IV Conversaciones PPC organizadas conjuntamente con el Instituto Superior de Pastoral. Con micrófono en mano y desde el patio de butacas, el purpurado ha lanzado un llamamiento para “buscar una solución lo más pacifica posible ante un problema interno que ha pasado a ser sumamente complejo y difícil de gestión política con intereses de Estados Unidos, China, Rusia…”.
Corrupción, narcotráfico y terrorismo
Para el cardenal, hay tres factores añadidos que dificultad un cambio real en el país: la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo. “La corrupción es pecata minuta porque de una manera o de otra se podría negociar. Lamentablemente el narcotráfico y el terrorismo no se negocia y hoy por hoy se han quedado arraigados en el país”, considera.
El purpurado califica la situación interna que vive hoy Venezuela de “grave”, “no solo por la falta de alimentos y de medicamentos, sino también porque se ha disparado la falta de seguridad jurídica, porque la represión es enorme”. “Todo el que se presenta como opositor, queda marcado”, subrayó, a la que vez que detalló cómo se ha sepultado “todo el aparato productivo del país, incluido el petróleo, teniendo en cuenta que Venezuela cuenta con la mayor reserva del mundo”.
El papel de la Iglesia
En esta coyuntura, Porras se muestra convencido de que “la institución que más ha dado la cara por el pueblo ha sido la Iglesia. Con algunas excepciones no hay un ataque directo al Episcopado. Sin embargo, sí se amenaza a la base, a los sacerdotes y las religiosas que están en las calles”.
Esta crisis que vive Venezuela ha hecho que el país viva un hecho “inédito” según Porras. “Para nosotros, la cuestión de migraciones es nuevo. Siempre hemos sido receptores, sobre todo de españoles -canarios y gallegos-, italianos y portugueses. Ahora somos emigrantes”, detalla el cardenal sobre los más de cuatro millones de venezolanos que han huido del país hacia países vecinos como Colombia, Perú, Chile y España.
“Hay jóvenes que están saliendo a la desesperada con lo que tienen puesto”, lamenta, consciente de las heridas que también se generan en aquellos que se quedan: “Quedamos huérfanos de afectos, lo que ha generado depresiones, suicidios…”.
