“La historia de la interpretación ha favorecido las imágenes negativas de los fariseos, incluso sin una base concreta en los relatos evangélicos. Y a menudo, a lo largo del tiempo, esta visión ha sido atribuida por los cristianos a los judíos en general”. De esta manera ha defendido el papa Francisco la necesidad de acabar con los “estereotipos negativos” ante los profesores y alumnos del Pontificio Instituto Bíblico y a los participantes en la conferencia ‘Jesús y los fariseos: una revisión interdisciplinaria’, a quienes ha recibido en audiencia hoy, 9 de mayo, con motivo del 110 aniversario de la fundación del Instituto.
Y es que, en nuestro mundo “desafortunadamente los estereotipos negativos se han vuelto muy comunes”, siendo precisamente el de “fariseo” uno de los más “antiguos y dañinos”, especialmente “cuando se usa para poner a los judíos bajo una luz negativa”. Como ha explicado Francisco, entre los cristianos y la sociedad secular, en varios idiomas se utiliza la palabra “fariseo” para referirse “a una persona hipócrita o presuntuosa”. “Para muchos judíos, sin embargo, los fariseos son los fundadores del judaísmo rabínico y por lo tanto sus ancestros espirituales”, ha apuntado.
Por otra parte, el Papa ha señalado que, en los últimos años, el Instituto ha intensificado su colaboración con académicos judíos y protestantes, y muestra de ello son iniciativas como la conferencia sobre ‘Jesús y los fariseos’, con la que se pretende “comprender las historias, a veces polémicas, sobre los fariseos en el Nuevo Testamento y en otras fuentes antiguas”, abordando además la “historia de las interpretaciones eruditas y populares entre judíos y cristianos”.
Combatir el antisemitismo
“Estudios recientes reconocen que hoy sabemos menos que los fariseos de lo que pensaban las generaciones anteriores”, ha apostillado el Papa, que ha querido con ello subrayar la importancia de una investigación interdisciplinaria acerca de los fariseos, lo que “ayudará a adquirir una visión más veraz de este grupo religioso, y también ayudará a combatir el antisemitismo”.
En la misma línea, ha remarcado que “para amar mejor a nuestros vecinos, necesitamos conocerlos y, para saber quiénes son debemos encontrar formas de superar viejos prejuicios”, por lo que un estudio sobre los fariseos no solo permitirá alcanzar una comprensión “más madura y precisa” de los mismos, sino que contribuirá positivamente “a las relaciones entre judíos y cristianos, en vista de un diálogo cada vez más profundo y más fraternal”.
Como ha dicho el Papa en su discurso, en los evangelios se pueden encontrar diversos pasajes en los que Jesús “muchas discusiones con los fariseos sobre preocupaciones comunes”, pero no por ello se debe olvidar que “Él compartió su fe en la resurrección con ellos y aceptó otros aspectos de su interpretación de la Torá”. Además, el libro de los Hechos de los Apóstoles afirma que algunos fariseos se unieron a los seguidores de Jesús en Jerusalén, lo que para Francisco significa que “tenía que haber mucho en común entre Jesús y los fariseos”.
Otro encuentro entre Jesús y los líderes religiosos de su tiempo es, como ha subrayado Francisco, “la cuestión del gran o primer mandamiento, una regla ya está presente en el libro de Tobías” y de la que se desprende que “el amor al prójimo constituye un indicador significativo para reconocer las afinidades entre Jesús y sus interlocutores fariseos” y esto “sin duda, constituye una base importante para cualquier diálogo, especialmente entre judíos y cristianos, incluso hoy en día”.
