Este 10 de mayo, cuando la Iglesia conmemora a San Juan de Ávila, patrono del clero secular español y conocido como el apóstol de Andalucía, la Diócesis de Jaén abre la Puerta Santa de la catedral de Baeza, a las 20:30, para inaugurar el Año Jubilar Avilista que el papa Francisco le ha concedido para celebrar el paso de este sacerdote y escritor por esa sede andaluza, donde puso en marcha la Universidad de Baeza (1538-1824).
El acto, que será presidido por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, abre el período de gracia para ganar las indulgencias jubilares, que se extenderá desde el 10 de mayo de 2019 hasta el 31 de mayo de 2020, y en el que se conmemoran el 450º aniversario de su fallecimiento en la localidad cordobesa de Montilla, el 125º de su beatificación y el 50º de su canonización.
Toda esta memoria debiera servir, en palabras del obispo Amadeo Rodríguez Magro, para “estimular el celo apostólico del ‘vocero de Dios’, que sembró entre tantos clérigos de su tiempo, al servicio de la evangelización del pueblo fiel, una formación integral de los aspirantes al sacerdocio”.
Modelo para los sacerdotes del siglo XXI
“Lo hecho por el Maestro Ávila lo consideramos como un lúcido precedente de lo que se nos pide para los que se preparan en nuestro seminario para ser sacerdotes del siglo XXI”, añade el obispo en una carta pastoral titulada “San Juan de Ávila, pregonero de la gloria de Dios”.
En esa misiva, Rodríguez Magro recuerda la huella que aquel sacerdote nacido en el año 1500 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) dejó en la Diócesis del Santo Reino de Jaén: “Fue en la ciudad de Baeza donde hizo la obra más destacada y significativa de su vida y misión, la que mejor expresa todas sus virtudes y capacidades. El Maestro y Teólogo Juan de Ávila pone en marcha en esa ciudad una Universidad desde la que desarrolla su santidad y su ciencia. Al servicio de este singular y emblemático centro académico emplea sus mejores energías y sus mejores discípulos”.
Tipología sacerdotal
“Se dice, con razón, que el Maestro Ávila creó, a través de la Universidad de Baeza, una preciosa tipología sacerdotal, la del clérigo reformado, austero en sus costumbres, predicador enardecido por el estudios de la Escritura, hombre de recia oración y reconocible a simple vista por su porte externo. Así eran los presbíteros que se inspiran en el Maestro Ávila”, añade el pastor.
Rodríguez Magro circunscribe también esta conmemoración jubilar en el contexto del Plan Diocesano de Pastoral y en plena Misión Diocesana, por lo que, además de invitar a sus diocesanos a peregrinar hasta la catedral de Baeza y ganar el jubileo, les recomienda “que pidáis ser discípulos misioneros en este año de fervor e ilusión que todos estamos viviendo en nuestra Misión Diocesana. Busquemos, sobre todo, que el celoso predicador y apóstol de Andalucía os aliente a sacerdotes, consagrados y laicos a sentir con toda intensidad el sueño misionero de llegar a todos”.