Bogotá acogió el II congreso de pastoral educativa “Humanización del ser y misión del maestro”, que convocó a más de 175 participantes entre docentes, coordinadores y directivos, afiliados a la Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced), en la sede del Club Militar, el pasado 10 y 11 de mayo, en la que reflexionaron, junto con destacados ponentes, sobre el rol de los educadores en las escuelas católicas al servicio de la dignificación de la vida.
Entre los panelistas destacó la participación de Darío Monsalve, arzobispo de Cali, Oscar Pérez, secretario general de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Miguel de Zuribia, director científico de la Fundación Internacional de Psicología Afectiva, José Santos, misionero claretiano, y Alirio Pesca Pita, Investigador del Instituto Distrital para la Participación y la Acción Comunal (IDPAC).
José María Flores, sacerdote y misionero claretiano, presidente de la Conaced, seccional Bogotá Cundinamarca, principal organizador de este evento, conversó con Vida Nueva y ha dicho, en referencia a estos dos días, que “fue un momento muy especial de encuentro para conocer, para acercarnos y para fraternizar, porque muchas veces las ocupaciones llevan a desvincularnos”.
Espacio de ayuda a los colegios
El presbítero además ha comentado que este congreso ha servido para la reflexión de la práctica educativa y pedagógica que se lleva en cada uno de los colegios como también es “un espacio de orientación de la educación católica, desde los valores del Evangelio, como un espacio para compartir algunas experiencias que se desarrollan en cada una de las instituciones afiliadas”.
Desde esta instancia se han propuesto –en palabras de su presidente– especialmente en la zona de Bogotá y Cundinamarca, “continuar fortaleciendo a la federación como un espacio para ayuda y de apoyo a todos los colegios”.
Otro de los objetivos fundamentales que surgen al calor de este evento será el seguir “apoyando a las coordinaciones educativas en la cualificación de los docentes y de todos las personas que participan y hacen parte de las comunidades de aprendizaje”.
Homenaje póstumo
Uno de los momentos más emotivos de este II congreso fue el homenaje póstumo en memoria de Mario Leonardo Peresson, Arturo Silva Hurtado y a Nubia Zapata, quienes en vida fueron religiosos y notables pedagogos reconocidos al servicio de la educación católica en el país.
Al respecto, Flores ha mencionado que de manera entrañable han recordado a quienes han dado su vida al servicio de la educación de la niñez y de la juventud colombiana: “al padre Mario Persson de la comunidad salesiana, a la hermana Nubia Zapata de la comunidad de las salvatorianas y al padre Arturo Silva, de la arquidiócesis de Bogotá, quienes mantuvieron un firme compromiso con la educación católica al servicio de la vida de los niños y jóvenes”.
La persona como centro
Oscar Pérez Sayago, un laico al frente de la CIEC, en calidad de secretario general, instancia que acompaña a las federaciones de educación católica desde Canadá hasta Argentina, presentó su conferencia ‘La persona como sujeto en el proceso educativo’, una mirada amplia desde su experiencia como líder de esta organización.
El directivo ha dicho a Vida Nueva que la clave del éxito de la educación católica debe centrarse en la persona y precisamente “una educación centrada en la persona debe formar la imaginación, la creatividad, la persistencia y la perseverancia frente al fracaso”.
Motivar la integralidad
“Cuando entendemos la realidad del muchacho lo motivamos para que piense y sueñe, pero también para surja, siga adelante y enfrente todos los desafíos que tiene que enfrentar en este mundo que cada vez es más duro”, ha explicado.
A juicio del directivo, mientras se siga centrando únicamente la atención en materias como matemáticas, inglés y español, dejando en un segundo plano las ciencias naturales y ciencias sociales, relegando la religión, la ética, las artes, se coarta la integralidad y la visión de inteligencias múltiples. Por tanto ha invitado a todos: padres, madres, maestros, docentes, empleados, obreros, directivos y comunidad a establecer el pacto educativo por una educación de calidad.