La Comisión Federal de Cristianos Socialistas ha presentado un documento que, de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas – que se celebrarán el 26 de mayo -, recoge siete propuestas para incluir en los proyectos municipales de candidatas y candidatos a las alcaldías.
La organización entiende que los municipios son “el puente entre la política institucional y la sociedad civil”, por lo que consideran importante que los ayuntamientos tengan los recursos necesarios a nivel legal y financiero para que “puedan desarrollar un espacio de libertad, igualdad y fraternidad”, teniendo como idea central una “solidaridad entendida como una opción preferencial por los más desfavorecidos, buscando el evangelio emergente en cada espacio de la ciudad o municipio”.
Asimismo, señalan el desempleo como algo “incompatible” con el desarrollo democrático, ya que impide que el ciudadano pueda desarrollar sus derechos y que, “aquellos que sí pueden ejercerlos”, lo hagan a partir de “valores antisociales como la insolidaridad, la intolerancia y la xenofobia”.
Por todo ello, Cristianos Socialistas señala que la política municipal debe “hacer un esfuerzo” para evitar el desarrollo de una “riqueza excluyente” y fortalecer un “bienestar integrador”. “Eso se hace potenciando las políticas de integración social y cultural, el acceso a la educación, a la vivienda, combatiendo el racismo y la xenofobia y, fundamentalmente, trabajando contra el desempleo”, apuntan.
El grupo considera imprescindible, además, “generar políticas inclusivas que propicien recursos sociales, educativos y culturales” como medio para promover “la participación política, económica, social y cultural de los ciudadanos y ciudadanas residentes en los barrios más empobrecidos de los pueblos y ciudades”.
“Somos conscientes que la crisis ha hecho que el nivel de crispación se eleve y se desarrolle en su máxima expresión”, han subrayado, así como que “esta crispación debe de ser diluida con la potenciación de la fraternidad, un valor que es la raíz de la lucha por la justicia y la igualdad”. Por este motivo, el Grupo federal de Cristianos Socialistas, desde su “compromiso de tender puentes entre el mundo socialista y el mundo cristiano”, se compromete a incluir los siguientes puntos en sus programas:
De esta manera, se pretende fomentar y llevar a cabo todos aquellos programas que construyan pueblos y ciudades más humanas, donde las personas sean el centro de las iniciativas políticas.
Iniciativas que propicien recursos sociales, educativos y culturales como medio para promover la participación política, económica, social y cultural de los ciudadanos y ciudadanas residentes en los barrios más empobrecidos de España.
Bajo la premisa de considerar lo religioso y la espiritualidad como algo positivo, Cristianos Socialistas apuesta por impulsar una laicidad incluyente, que respete la libertad religiosa, ideológica y de conciencia. Plantean, además, que lo religioso y espiritual no son elementos exclusivos del ámbito privado, sino que también tienen una praxis en el espacio público de los pueblos y ciudades.
La organización considera que llevar a cabo estas políticas para que la ciudadanía participe en la gestión de asuntos religiosos es un factor positivo e integrador siempre que se haga desde la igualdad administrativa y la colaboración con todas las formas de culto legalmente establecidas en los pueblos y ciudades.
Conservar y difundir el patrimonio cultural, arquitectónico y festivo español, algo para lo cual la comunicación y el diálogo son factores vitales, ya que desde la organización consideran que dialogar sobre las características del “patrimonio cultural de nuestros pueblos y ciudades facilitará su desarrollo socioeconómico y su identificación como comunidad”.
Partiendo de la creciente diversidad religiosa en los pueblos y ciudades españolas debido al incremento de la población inmigrante, Cristianos Socialistas considera que deben ponerse en marcha iniciativas que den respuesta a sus necesidades desde la óptica de la integración, donde las entidades que trabajan en la acción social y en la gestión de la interculturalidad y la diversidad de creencias sean interlocutoras entre la población autóctona y la inmigrante.
Impulsar el compromiso de los ciudadanos y ciudadanas con la ecología integral que ayude a combatir el cambio climático.