En Temuco, a los pies del cerro Ñielol, se realizó la muestra del Proyecto de Prevención Comunitaria de Incendios Forestales desarrollado por la Corporación Nacional Forestal, del Gobierno, y Cáritas Chile, con el apoyo financiero de USAID-OFDA y Catholic Relief Service, ambos organismos de los Estados Unidos de América.
Verónica Yuretic, coordinadora del proyecto, dijo que esta actividad estuvo dirigida a comunidades vulnerables localizadas en la interfaz urbano-forestal, con alto riesgo de incendios. El contenido principal ha sido mejorar su capacidad para prevenir la ocurrencia de incendios y para responder a ellos, generando capacidades a largo plazo para hacer frente a estas situaciones. Modelos de articulación de las propias comunidades y la instalación de acciones de prevención a nivel comunitario, fueron los principales esfuerzos.
La responsable del Programa de Medioambiente y Gestión de Riesgos (MAGRE) de Cáritas Chile, Catherine Mella, destacó el valor, en este programa, del trabajo en redes en la colaboración entre organismos de la sociedad civil, el sector público, entidades de la cooperación internacional, municipios y comunidades desarrollado durante la implementación del proyecto.
Logros y no solo sueños
Por su parte, Lorenzo Figueroa, director de Cáritas Chile se mostró satisfecho porque se han mostrado logros y resultados y no sólo proyectos o sueños, y valoró el compromiso, los aprendizajes y cambios en las comunidades participantes, sobre todo en su capacidad para cuidar el entorno y sus propias vidas. Agregó que los frutos del proyecto no solo alcanzarán a las comunidades participantes, sino que sus efectos se podrán proyectar y multiplicar a través de los manuales y metodologías generadas por el mismo proyecto.
En enero y febrero del 2017 se quemaron casi 600 mil hectáreas de bosques en la zona central del país dejando 10 muertos y algunos miles de damnificados.
La aplicación de mejores medidas para sofocar los incendios, como fue, por ejemplo, disponer de mayor número de aviones y helicópteros para el transporte de agua a los focos de fuego, ocasionaron un menor daño en el verano siguiente, que nuevamente se ha visto mitigado este verano pasado, aunque surgieron focos en otras regiones que no los habían tenido antes.
Cuidar donde vivimos
Uno de los participantes en la muestra de Temuco, Ismael Rodríguez, de la comunidad Alboyanco, Araucanía, dijo que “la prevención ha significado para mí retomar confianzas, lo que se traduce en bienestar familiar y comunitario, ya que antes estábamos muy estresados ante la ocurrencia permanente de incendios que nos mantenían en alerta y con la pérdida de bienes materiales y en algunos casos de vidas. Hemos aprendido a cuidar adecuadamente el lugar donde vivimos, los posibles materiales combustibles. La comunidad se ha fortalecido y unido gracias al proyecto de Caritas Chile y Conaf”.
De la región del Maule, Rosario Ibarra, señala: “Desde el día que llegó Caritas Chile, nos dimos cuenta que no sabíamos nada y el aprendizaje ha sido tremendo. Con el Comité Local de Emergencia, vamos trabajando fuerte, apoyamos a otras comunidades, ahora estamos enfocados en ayudar a los adultos mayores que están aislados y estamos limpiando sus predios, especialmente para prevenir. También, estamos entregando material informativo puerta a puerta en nuestra localidad, nos interesa sumarlos a todos en esta tarea para seguir previniendo y fortaleciéndonos”.
Estos equipos, constituidos en decenas de comunidades, están monitoreando sus sectores y difundiendo lo aprendido con la confianza de que la prevención es la mejor herramienta para ganarle al fuego.