Murcia dibuja el patrimonio espiritual y cultural de san Juan de la Cruz en las primeras jornadas sobre el místico

El Instituto Teológico San Fulgencio (Murcia) ha organizado las I Jornadas ‘Juan de Yepes: mística y patrimonio’, desde hoy, 21 de mayo, hasta el próximo día 23. Estas jornadas forman parte de las actividades constituyentes de la cátedra ‘Juan de Yepes. Ciencias humanas, cultura y mística’, impulsada por el Instituto Teológico San Fulgencio, de la Diócesis de Cartagena, las Carmelitas Descalzas del Monasterio de La Encarnación de Algezares (Murcia) y los Carmelitas Descalzos del Convento de Nuestra Señora del Carmen de Caravaca de la Cruz.

Durante estos días, especialistas en el ámbito histórico, biográfico y doctrinal de san Juan de la Cruz, así como de la música de su tiempo, se unen para, como explica a Vida Nueva Javier Marín, responsable de la cátedra, “concentrar los diferentes puntos que abarca la figura de san Juan de la Cruz, desde el patrimonio espiritual y cultural, no solamente dentro de la Iglesia sino generando puentes con otras culturas”. De esta manera, se trata de un estudio multidisciplinar en el que se intenta que esta primera edición “sea una especie de prólogo de presentación de la figura del santo, desvelando quién es y, desde ahí abordar, en siguientes ediciones, su legado en el tiempo”.

Para Marín esto es importante no solo por el legado espiritual que ha dejado el santo en la Iglesia y en nuestro país, sino también por “todo lo que representan sus obras y escritos”. En ellos, San Juan de la Cruz aborda temas como la belleza, la búsqueda hacia el interior de la persona, el encuentro con Dios y la comunicación. “Es un exponente para entender nuestra propia cultura”, añade.

Una de las grandes figuras de la mística y la cultura

A la cátedra se le ha dado el nombre de Juan de Yepes porque es el nombre secular del santo, que “representa en su época una de esas grandes figuras, como estudiante, que lo fue, de la Universidad de Salamanca, que recoge toda la tradición cultural del momento”, ya san Juan de la Cruz era una persona “amante de la lectura y de las artes, y nada de ello le es ajeno para construir su propio testimonio de ser y de vida espiritual”.

Es, además, una de las “grandes figuras de la mística cristiana, el patrón de los poetas”, lo cual se manifiesta en “su experiencia del encuentro con Dios, impulsada por Santa Teresa, que hace que San Juan de la Cruz se convierta en el máximo exponente de esta línea espiritual tan llena de belleza”. Además, desde el punto de vista de la espiritualidad, “es una de las raíces de nuestra Iglesia católica, pero también conecta con otras espiritualidades, ya que los símbolos que él utiliza guarda muchísima relación con distintas espiritualidades de todo el arco mediterráneo, de las que bebe”.

“Es muy nítida la forma en la que San Juan de la Cruz nos muestra su forma de la fe, y esto se deja ver en frases como ‘al atardecer de la vida te examinarán del amor’, en las que se refleja que todo tiene que ver con la centralidad del amor y de la unión con Dios, una unión que va conjunta al amor a los hermanos”, explica Marín. Así, el gran legado de este santo y de los místicos es la conciencia de que a la unión con Dios se hace a través de los hermanos. “Otro de sus legados es la suavidad del amor de Dios. Es un amor vivido desde la suavidad, desde la libertad del ser, que se reconoce amado”, subraya.