El papa Francisco concluyó este miércoles, 22 de mayo, su serie de catequesis dedicadas al Padrenuestro con la audiencia general que presidió en la plaza de San Pedro del Vaticano. Después de saludar al principio del encuentro a los fieles y peregrinos desde el papamóvil, al que subió a varios niños, el Pontífice comentó al final de su alocución que el próximo viernes se celebra la fiesta de la Virgen María “Auxiliadora de los cristianos”, particularmente venerada en el santuario de Sheshan, cerca de la ciudad china de Shanghai.
“Esta feliz ocasión me permite expresar especial cercanía y afecto a todos los católicos de China, que pese a las dificultades y pruebas cotidianas siguen creyendo, esperando y amando”, dijo el Papa. “Queridos fieles de China, que nuestra Madre del Cielo os ayude a todos a ser testigos de caridad y de fraternidad, manteniéndoos siempre unidos en la comunión de la Iglesia universal. Rezo por vosotros y os bendigo”.
En su saludo a los fieles en lengua francesa, Francisco invitó a rezar por la misionera española Inés Nieves Sancho, decapitada en República Centroafricana. “Fue una educadora de niñas pobres, asesinada en el lugar donde enseñaba a crecer a las chicas, una mujer más que da la vida por Jesús, al servicio de los pobres”, recordó.
Espíritu de oración
Al hablar sobre el Padrenuestro en su catequesis, Francisco comentó que la oración “debe ser insistente y sobre todo debe llevar el recuerdo de los hermanos, especialmente cuando vivimos relaciones difíciles con ellos”.
Jesucristo, destacó Jorge Mario Bergoglio, invita a sus discípulos “a cultivar un espíritu de oración, a orar insistentemente y a tener siempre presentes a los hermanos y sus necesidades. El Nuevo Testamento nos revela que el primer protagonista de toda oración cristiana es el Espíritu Santo, que hemos recibido en nuestro bautismo y que nos hace capaces de orar como lo que somos”.
En la parte final de su intervención, el Pontífice subrayó que el cristiano “puede rezar en cualquier situación” y asumir “todas las oraciones de la Biblia”, especialmente las de los Salmos. “Puede rezar con muchas expresiones que durante milenios de historia han manado del corazón de los hombres”, concluyó.