El impacto derivado de la actividad de la actividad de las diócesis, parroquias y Cáritas es de 1.386 millones de euros, lo que supone cinco veces más en relación a lo aportado por los españoles a través de la ‘X’ de su declaración de la renta. Así se desprende de un estudio sobre el impacto de la presencia de la Iglesia diocesana en la actividad social y económica en 2016, encargado por la Vicesecretaría de Asuntos Económicos de la CEE, y que ha sido realizado por la consultora internacional EY.
Presentado esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal, el informe, que no incluye la aportación de las congregaciones religiosas, otras ONG o asociaciones de fieles, detalla cómo el 80% de la contribución económica de la Iglesia revierte directamente en actividades sanitarias y servicios sociales –atención a migrantes, a personas en riesgo de exclusión–, educación, así como en conservación del patrimonio.
Por ejemplo, las universidades católicas españolas aportaron hasta 1.168 millones de euros en 2016. De esta manera, el valor generado por la Iglesia en materia asistencial representa 2,5 veces los fondos recibidos mediante la Asignación Tributaria.
“Es una inversión tremendamente rentable la que estamos haciendo todos a la sociedad, aunque la Iglesia no busque una rentabilidad económica, porque ya recibe una rentabilidad espiritual”, defendió durante la presentación del informe el vicesecretario de Asuntos Económicos del Episcopado, Fernando Giménez Barriocanal, quien subrayó cómo la actividad de las diócesis y parroquias generó en 2016 un total de 64.925 empleos –de ellos, 23.000 sacerdotes y religiosos–. Es más, por cada empleo directo de la Iglesia, se generan 0,27 puestos de trabajo adicionales. “La presencia de los laicos en la Iglesia cada vez es mayor, tanto en el voluntariado y la catequesis como en el apartado de gente retribuida”, añadió el vicesecretario.
Además, Giménez Barriocanal anunció que la Iglesia ya ha recibido la notificación de la liquidación definitiva del IRPF, que supera los 268 millones de euros, una cifra récord que se sitúa unos 230.000 euros por encima del cálculo estimado inicialmente. “A pesar de que la crisis económica ha pasado, la Iglesia sigue haciendo un enorme esfuerzo para ayudar a tantos que todavía siguen necesitando ayuda”, añadió el responsable económico del Episcopado.