España

¿Por qué boicotean la X en la casilla de la Iglesia?

  • Los críticos con el papa Francisco y sus reformas animan a no marcarla en la declaración de la Renta
  • “El boicot perjudica sobre todo a los más necesitados Hay que dejar la ideología al margen”, señala Miguel Ángel Jiménez, responsable de la campaña ‘X Tantos’





“Llevo tiempo diciéndolo, la X para las quinielas”. “Este año desde luego y mientras Bergoglio siga siendo Papa, que se olviden también de mí X en la casilla de la Iglesia. Y conste que hasta la fecha, todos los años en la Declaración de la Renta marcaba dicha casilla”. Estas son unas de la miles de respuestas que ha cosechado la petición de boicot a la campaña X Tantos, de la Conferencia Episcopal Española, realizada desde su perfil de Twitter por el actor y “presidente de Tabarnia”, Albert Boadella.

Muy molesto por el nombramiento del nuevo arzobispo de Tarragona el pasado 4 de mayo, ese mismo día informó a través de esa misma red social que “el presidente de Tabarnia rompe relaciones con la Santa Sede y aconseja a los tabarneses que no pongan la X en la casilla”. Y añadía en otro tuit: “Seguimos comprobando como el anticristo Bergoglio realiza con tenacidad su labor destructiva”.

En los últimos años, la situación política en Cataluña y el papel de la Iglesia catalana, a pesar de su labor de mediación –lo que no ha evitado tensiones internas, ciertamente– ha encontrado en la financiación a través del 0,7% en la casilla del IRPF –que se marca de forma voluntaria–, una forma añadida de presión que, aunque no ha servido para modular el discurso eclesial de la manera que a esos lobbys les gustaría, no ha dejado de inquietar en la Conferencia Episcopal Española. Pero por una razón que no es la que quienes apoyan y promueven el boicot creen.

Libre, democrático y transparente

“Las campañas de boicot a la casilla de la Iglesia perjudican, sobre todo, a las personas que claramente reciben la ayuda y el apoyo que se deriva marcar la X”, señala a Vida Nueva Miguel Ángel Jiménez, director de la Oficina para el Sostenimiento de la Iglesia”. “La gente es muy libre de marcar o no la X en la casilla de la Iglesia. Es un sistema libre, democrático y transparente”, recuerda este sacerdote, quien solamente pide que “se deje al margen de la de la ideología de cada uno”.

“Dejar de marcar la X tiene incidencia en la gente más necesitada, la que más se beneficia en la labor institucional de la Iglesia. Si alguien decide que no puede marcar la X, que lo haga en conciencia. Porque esa X tiene una labor concreta”, señala Jiménez.

Una labor que se concreta en que, por ejemplo, 8 de cada 10 euros que recibe la Iglesia a través de la asignación tributaria revierten directamente en actividades sanitarias, sociales, educativas y de conservación de patrimonio, o que en 2016 se crearan 244 nuevos centros sociales, que se sumaron a los 9.000 ya existentes y en los que fueron acompañadas 4.765.869 personas. Es decir, como si el 10% de la población española hubiese acudido a esos centros asistenciales de la Iglesia.

Compartir
Noticias relacionadas










El Podcast de Vida Nueva