Giampietro Dal Toso: “La Iglesia siempre necesitará el carisma misionero”

  • El presidente de Obras Misionales Pontificias ha inaugurado hoy la Asamblea internacional en Roma
  • “La preparación del Mes Misionero extraordinario nos ha pedido mucha energía, pero ha merecido la pena porque el eco es muy positivo”

El presidente de OMP Gianpietro Dal Toso

“El nuestro es un carisma que la Iglesia siempre necesitará. De hecho, la Iglesia siempre será misionera y, por lo tanto, siempre habrá la necesidad de que todo el Pueblo de Dios apoye la misión de la Iglesia. Pero los tiempos cambian y debemos identificar nuevas formas de presencia según las necesidades que surjan”. Con estas palabras inauguraba hoy, 27 de mayo, el arzobispo Giampietro Dal Toso, la Asamblea internacional de Obras Misionales Pontificias (OMP), organización de la que es presidente. Las jornadas se celebrarán en la Fraterna Domus de Sacrofano (Roma), desde hoy hasta el 1 de junio.

Según ha informado Fides, Dal Toso ha hecho referencia a la actividad llevada a cabo por la OMP el año pasado, un periodo que, para él fue, “ante todo, de conocimiento, tanto de los dirigentes, como de la actividad realizada”. “Debo decir que estoy realmente sorprendido y feliz por el enorme trabajo que realizan los departamentos nacionales en general, especialmente en el campo de la animación. Estoy sorprendido por el compromiso de muchos dirigentes y por su celo”, añadió.

Por otra parte, el prelado recordó que ocuparse de la capacitación de los dirigentes nacionales y del personal de las oficinas ejecutivas fue una de las prioridades señaladas por la Asamblea General celebrada el año pasado “para que un cambio de director no comprometa el trabajo de la gerencia”, así como y la redacción de directrices breves para los nuevos Directores Nacionales. Otro punto importante fue cultivar la relación con los obispos, “así que en los últimos meses he tratado de reunirme con ellos en varias ocasiones”, señaló Dal Toso, citando las visitas ‘ad limina’, es decir, aquellas que se producen cuando las diversas conferencias episcopales acuden a Roma, así como aquellas que se producen en sus sedes nacionales, además de otros encuentros producidos con un centenar de obispos presentes en el Congreso Misionero Americano.

Preparando el Mes Misionero Extraordinario

“El trabajo de sensibilización se hizo más fácil también para la celebración del Mes Misionero Extraordinario en octubre de este año”, continuó. La preparación de esta celebración nos ha pedido mucha energía, pero ha merecido la pena, porque el eco es muy positivo y muy fuerte. Significa que todavía podemos contar con la sensibilidad misionera de una parte significativa de la Iglesia”. Por este motivo, el Presidente de la OMP ha definido la CAM como “un hermoso signo de impulso misionero para todo el continente americano, con la participación de más de 2500 delegados de toda América”, y ha informado que para la próxima asamblea de la CAM, que se llevará a cabo en Puerto Rico, la indicación es tener en cuenta los aniversarios de 2022 – 400 años de la Congregación, 200 años de la OMP, 100 años de reconocimiento pontificio – para dar al Congreso Misionero una verdadera impresión de misión ad gentes.

“Esto por al menos tres razones: primero, porque es importante distinguir, no separar, el cuidado pastoral ordinario, de la missio ‘ad gentes’; segundo, que hay grandes áreas de las Américas donde la missio ‘ad gentes’ todavía es necesaria; y tercero, que la missio ‘ad gentes’ abre las Iglesias particulares a una visión universal”, ha subrayado Dal Toso.

Por lo tanto, Dal Toso compartió algunas de sus preocupaciones con la Asamblea: la necesidad de dar una base teológica sólida a la actividad misionera del OMP y la tendencia negativa de la disponibilidad financiera, que requiere nuevos métodos de recolección y financiamiento para poder continuar garantizando sus servicios. Mirando hacia el futuro, el arzobispo ha apuntado que “como se desprende del pontificado del Papa Francisco, estamos avanzando hacia un período de mayor intensidad y necesidad misionera, tanto en los territorios clásicamente ‘ad gentes’ como en los territorios de más antigua tradición cristiana. Por lo tanto, el papel de la OMP no disminuirá, sino que crecerá, precisamente para mantener vivo el espíritu misionero, del cual la Iglesia siempre tendrá la mayor necesidad”.

Después de presentar el trabajo de la Asamblea General, el arzobispo destacó la importancia de la teología de la misión, elegida como un “tema pastoral” porque, explicó, “en mis reuniones con el mundo misionero pronto me di cuenta de que se necesita una reflexión más profunda sobre temas cruciales. Sin una verdadera motivación razonada, incluso nuestra actividad de animación sigue siendo limitada”.

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