CONFER celebra su cumbre antiabusos: “La Iglesia no tiene futuro sin las víctimas”

“Nos vemos afectado no solo como esta o aquella institución, sino como Iglesia. Como Iglesia hemos de poner los medios necesarios para afrontar las situaciones que se han dado, para garantizar y trabajar juntos”. De esta manera, la presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Mariña Ríos, ha expresado hoy su deseo de unir fuerzas para acabar con los abusos en la ‘Jornada sobre abusos de poder, conciencia y sexuales’, impulsada por CONFER junto a Escuelas Católicas y la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Religiosos y obispos se han unido para luchar juntos contra los abusos en la primera jornada que reúne, por primera vez, a congregaciones, Episcopado y Escuelas Católicas con la mira puesta en un único fin: frenar los abusos. De hecho, el propio secretario general de la CEE, Luis Argüello, ha hecho un llamamiento a caminar juntos.

Mientras, José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas, ha mostrado su consternación ante estos hechos, y ha indicado que debemos ser claros ante la universalidad de esta plaga. “Nos preocupan los abusos en el conjunto de la sociedad. El objetivo de la Iglesia es escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados allá donde se encuentren. La Iglesia tiene que estar por encima de las polémicas. Ha llegado la hora de colaborar juntos”, ha añadido.

Habla la víctima

Tras estos saludos ha tomado la palabra Juan Carlos González, víctima de abusos. González ha trasladado a los asistentes la dificultad de las víctimas por no saber qué hacer con su dolor. “La Iglesia tampoco sabe qué hacer con el dolor de la víctima, la sociedad tampoco. La herida sangra y cualquier detalle nos duele. Nos duele que se nos catalogue como presuntas víctimas. Es el momento de limpiar la Iglesia, así que no hablemos de la casa de los otros”, ha pedido.

Durante la mañana ha habido dos mesas de experiencias. La primera ha estado protagonizada por la vedruna Covadonga Orejas, secretaria general de la Asociación Betania, y el salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, presidente de Escuelas Católicas. Covadonga ha lanzado un mensaje claro a las víctimas: “Estamos aquí para vosotros. Apoyamos a quienes quieran informar y denunciar”.

El salesiano, por su parte, ha afirmado que “no queremos que el tiempo se convierta en una excusa para no afrontar algo de lo que todos nos sentimos responsables. La resolución que podamos dar a las víctimas es el compromiso por una conversión personal y colectiva y la humildad de aprender, escuchar y asistir a los más vulnerables. Nuestro objetivo es el objetivo de la Iglesia, de la que nos sentimos parte. Quisiéramos poder pedir perdón una a una, a cada víctima. Mirándolas a los ojos. Reiteramos nuestra firme disposición para reparar el mal causado, nuestra firme disposición”.

Mesas de experiencias

En la segunda mesa de experiencias han participado el misionero del Verbum Dei Luis Alfonso Zamorano y los directores de comunicación internacional y de España de Regnum Christi, Aaron Smith y Amalia Casado. Zamorano ha expuesto que las víctimas necesitan sentirse abrazadas por la madre Iglesia. “Es imposible que la compasión no te movilice. Tenemos pena, vergüenza, compasión e indignación. Nuestras acciones eclesiales son esenciales. A la víctima le será muy difícil sanar si seguimos protegiendo al abusador. No hay sanación posible mientras la persona acusada siga campando a sus anchas, o con castigos que mucha gente ni entiende”.

En un ejercicio profundo de autocrítica, Smith y Casado, admitieron que “no podemos escribir nuestra historia y decirlo de forma creíble sin las víctimas”. “No son ‘las víctimas’ y ‘la Iglesia’. Son las víctimas de la Iglesia. No hay futuro sin ellas, sin su memoria, si no las conocemos personalmente”, apuntó Smith. Casado apostilló que “en un principio se buscó el bien de la institución y el bien del abusador, sin pensar en las víctimas”. Hoy Regnum Christi ha establecido un programa de vanguardia a escala global en materia de protocolos de actuación y creación de ambientes seguros, convirtiéndose en la primera entidad en España sometida a una auditoría externa en protección de menores.