“Vengo entre ustedes a caminar juntos. Caminamos juntos cuando aprendemos a custodiar nuestras raíces y nuestra familia, cuando cuidamos el futuro de nuestros hijos y del hermano que está a nuestro lado, cuando superamos los miedos y las sospechas, cuando dejamos caer las barreras que nos separan de los demás”. De esta manera se ha expresado el papa Francisco en el videomensaje enviado a Rumanía con motivo de su viaje del 31 de mayo al 2 de junio.
Durante su alocución, el Papa ha recordado a los mártires rumanos. “Entre ustedes ha habido muchos mártires, incluso en los últimos tiempos, como los siete obispos greco-católicos a los que tendré la alegría de proclamar beatos. Por lo que han sufrido, incluso hasta el punto de ofrecer sus vidas, es un legado demasiado precioso como para olvidarlo. Y es una herencia común, que nos llama a no distanciarnos del hermano que la comparte”, ha indicado.
Francisco ha mostrado también su alegría por conocer al Patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana, Daniel, y al Sínodo Permanente, así como a los pastores y fieles católicos. Y es que “los lazos de fe que nos unen se remontan a los apóstoles, en particular al vínculo que unía a Pedro y Andrés, que, según la tradición, trajeron la fe a vuestras tierras. Hermanos de sangre, también lo fueron en derramar su sangre por el Señor”, ha explicado.
A solo dos días de su partida a Rumania –”un país hermoso y acogedor”, el Papa ha querido dirigirse al pueblo rumano y agradecer al presidente y a las demás autoridades “por haberme invitado y por su plena cooperación”.