Entregar nuestra vida “a los heridos por la vida”. Esta es la petición que hacen los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en su mensaje con motivo del Día de la Caridad, que se celebra en la festividad del Corpus Christi, el próximo 23 de junio.
En un texto hecho público esta mañana con el título de ‘Y renuevas la faz de la tierra’, los pastores agradecen y alaban a Dios por el don de la creación, de la que se sienten custodios, y de sus criaturas, también las más vulnerables. En este sentido, el mensaje señala que “la caridad defiende la faz de los pobres” y da gracias “a la Trinidad Santa por las manos generosas al servicio de la caridad que dedican su tiempo y entregan su persona al servicio de los necesitados en Cáritas y en otras instituciones de la Iglesia”.
“Pedimos al Espíritu Santo que haga de nuestra vida una entrega creíble en todo momento a los ‘heridos por la vida’: pobres; sedientos de Dios; transeúntes; emigrantes con sus adversidades; refugiados; familias desestructuradas; marginados; personas atrapadas y esclavizadas por las drogas, el alcohol u otras dependencias; la trata de mujeres en la esclavitud de la prostitución; las estrecheces por las que pasan los desempleados; ancianos solos; enfermos mentales; necesitados de compasión”, sigue el texto de lo obispos.
En todo caso, y después de esta nítida declaración de intenciones, no dejan de subrayar que “la Palabra sin caridad corre el riesgo de ser pronunciada solo a flor de los labios”, ni de que “la caridad sin la Palabra se arriesga a silenciar su origen”.
El mensaje concluye señalando que “el Cuerpo de Cristo nos urge a acompañar a los pobres y construirles andamios de esperanza en un futuro mejor, como Dios quiere”, y teniendo siempre muy presente que “Jesús mismo nos ha dicho en una página solemne del Evangelio, que lo que hagamos o dejemos de hacer con los necesitados, a Él mismo se lo hacemos”.