La fraternidad de San Francisco de Asís en la Providencia de Dios, junto a la asociación de laicos que la acompaña, se encuentra estos días ultimando los preparativos para poner en marcha, el próximo mes de julio, el barco-hospital ‘Papa Francisco’, cuyo objetivo es el de llevar atención sanitaria y el evangelio a más de 700 mil personas que habitan distintos puntos del Amazonas – concretamente del estado brasileño de Pará – que solo son accesibles por vía fluvial.
La iniciativa comenzó a fraguarse durante la visita de Francisco a Río de Janeiro con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2013, cuando acudió a uno de los hospitales de la Fraternidad. Fue entonces cuando el Papa preguntó a Francisco Belotti, fundador de la misma, si tenían presencia en la Amazonia. Ante la negativa, el Papa respondió que debían ir. Además, tal como el sacerdote ha señalado a Fides, percibieron que “la población que vivía a orillas del río tenía grandes dificultades para llegar a los hospitales”, por lo que debían “hacer que el hospital fuera a ellos, como la Iglesia”.
De esta manera, este barco de 32 metros de longitud, zarpará desde el puerto de Óbidos con una tripulación de 10 personas, incluido un religioso, y 20 voluntarios médicos y paramédicos. La nave hospital dispone, además, de instalaciones para el diagnóstico, tratamiento, hospitalización y prevención en medicina, oftalmología, odontología, cirugía, análisis de laboratorio, enfermería, sala de vacunación y maquinaria para exámenes de radiografía, ultrasonido, mamografía y electrocardiogramas.
“Diseñado por el corazón de Dios”
El objetivo es que el barco visite cerca de 1.000 localidades costeras en expediciones de 10 días, utilizando dos lanchas-ambulancia. Además, tendrá como referentes a los hospitales locales de Juruti y Óbidos, gestionados por la misma congregación de inspiración franciscana y, en épocas de inundaciones, también servirá como bote de rescate.
Para el hermano Francisco, este hospital fue diseñada por el corazón de Dios. “No sabía de dónde venía, ni cómo ni cuándo. Pero sabía que estaba en el corazón de Dios. Hoy es una realidad y tiene un rumbo: el corazón de todos los trabajadores de las comunidades costeras del río Amazonas”, ha señalado.