“No es una reacción a situaciones negativas, sino que pretendemos ser proactivos”. De esta manera se ha expresado esta mañana Antonio Carrón de la Torre, consejero general de la Orden de Agustinos Recoletos, en la presentación en Madrid del ‘Plan de Protección del Menor en Centros Educativos de la Familia Agustino Recoleta’. Asimismo, ha destacado que, este “plan integral”, busca “educar en la cultura del buen trato”.
El proyecto, que se inició en noviembre en España con la idea de que sea trasladado al resto de países en los que la Orden tiene presencia, pretende llegar a los 9.000 alumnos de sus 10 centros educativos de nuestro país, a las 6.000 familias de los estudiantes y a los 500 miembros del equipo docente. Para ello, los religiosos han destinado 171.000 euros, la mitad de este montante para la elaboración de los materiales –con contenido multimedia– y la otra mitad para la formación de los profesionales, entre ella, la capacitación de una persona de cada centro que está haciendo el curso sobre protección de menores de la Universidad Gregoriana de Roma.
“Estamos acostumbrados a proyectos aislados contra el bullying o contra el acoso sexual, pero nosotros queremos que sea integral, en el que se incluya a las familias. Queremos llegar a las casas”, ha insistido Carrón.
Por su parte, Lino Iglesias, coordinador del proyecto, ha recalcado la importancia de esta primera fase del proyecto, en la que se está formando a toda la comunidad educativa en conceptos y contenidos desde el punto de vista de la prevención. En noviembre se llevará a cabo una auditoría del primer año del proyecto, que pretende en los cursos siguientes hacerse presente en el currículo.
“A los menores queremos empoderarlos, que sepan cuáles son sus derechos y darles herramientas para que sean conscientes de que pueden y tienen que alzar la voz ante cualquier tipo de abuso”, ha afirmado con rotundidad Iglesias. Y ha ido más allá: “Los alumnos no necesitan un protocolo en concreto, ellos tienen que acudir al adulto en el que más confíen, pero lo importante es que acudan”.
En esta primera etapa ya se han creado las estructuras necesarias para abordar la cuestión. De hecho, todos los centros contarán con una Comisión de Protección del Menor, en la que habrá representantes de alumnos, padres y profesores. Todos ellos coordinados por la persona de cada centro que está ya formándose por la Gregoriana. En el caso del Colegio Agustiniano de Madrid, que acogió la presentación, se trata de la misma psicóloga del centro.
Desde la misma realidad ha hablado Manuel Beaumont, director del colegio, que ya ha citado a los padres para septiembre, en la reunión de principio de curso, para que conozcan la formación que se les va a impartir a sus hijos y ellos mismos reciban esta formación de forma presencial. Y es que, como ha asegurado, “hay que creerles, porque el abuso nunca es una tontería”.
Con este plan, la idea es que “todo salga a la luz para que los alumnos se sientan con confianza”. Por ello, los talleres son obligatorios para los menores, porque “necesitan aprender a pedir ayuda”, ha agregado Iglesias.
Carrón ha insistido en que la Orden no busca “solo dar las mejores matemáticas, sino ir más allá, porque la sociedad no educa en estos temas y muchas veces las familias tampoco”. Y ha añadido: “Protocolos en materia de abusos a menores hay en todos los centros, pero lo que hace falta es sacarlos de los cajones y eso es lo que hemos querido hacer”.