El Papa ha recibido hoy, en una audiencia que ha durado una hora y media en la residencia Santa Marta, a 30 mujeres, dos niños y un sacerdote. Entre las asistentes al encuentro con Francisco se encontraba Sor Rita Mboshu Kongo, religiosa congoleña y parte del movimiento ‘Madres católicas’, quien ha pedido al Papa que esta organización de activismo católico para la promoción de las mujeres sea reconocida a nivel de la Iglesia universal, con el objetivo de “abordar los problemas de las mujeres en forma profunda” no solo en la República Democrática del Congo sino “en toda África, devastada y humillada”.
“Querido papa Francisco”, ha dicho la religiosa, “somos una delegación de madres católicas en la diáspora que, junto con nuestros capellanes y los padres espirituales que han venido a Roma, se preparan para celebrar el trigésimo año de la muerte de nuestro fundador, el cardenal Joseph Albert Malula”, un hombre que, en medio de un clima de desigualdad y violencia hacia la mujer, consideraba que “al igual que el hombre, es hija de Dios, creada a su imagen y semejanza”.
“El movimiento ha tenido un fuerte impacto en la evangelización y un papel fundamental en la Iglesia católica en el Congo”, ha subrayado sor Rita. Pero, además, ‘Madres católicas’ tiene millones de participantes en todo el mundo. “Gracias a la inmigración, se ha extendido a través de la evangelización de las madres católicas en las parroquias de Occidente: Francia, Londres, Roma…”, ha subrayado.
“Condiciones indignas”
“Su Santidad sabe que en la República Democrática del Congo, cada 5 minutos, las mujeres sufren violencia en público y frente a sus hijos”, ha dicho la religiosa, que ha recordado que las condiciones de vida de las mujeres congoleñas “viven en condiciones indignas” que “no corresponden al plan de Dios para las mujeres”. Una realidad que “humilla” a estas mujeres en su “dignidad e interioridad, como mujeres, novias y madres guardianas de las tradiciones, destruyendo toda nuestra cultura”.
“Su Santidad ya ha hecho mucho por la República Democrática del Congo, pero todavía queda mucho por hacer para una verdadera liberación de las mujeres congoleñas, de modo que puedan tener acceso a condiciones de vida que respeten su dignidad humana, deificadas por la gracia de Cristo”, ha dicho sor Rita, quien ha recordado, además, el “celo” de Francisco a la hora de acompañar a su país “antes, durante y después” del reciente proceso electoral.
Representar a las mujeres
‘Madres católicas’ nació en 1986 para representar a todas las madres católicas ante las autoridades del país. El objetivo principal que el cardenal Malula pensó para el movimiento era el de “centrarse en el estudio sistemático de los problemas de la mujer y en la acción dinámica para la rehabilitación y promoción de la misma”.
Y es que, por encima de todo, “toda mujer es, para Dios, una persona humana libre y responsable, igual al hombre por naturaleza, pero diferente cuando se requiere complementariedad”. Por este motivo, como ha señalado sor Rita ante Francisco, “toda mujer tiene derecho a llevar una vida digna de persona humana, respetada por todos”.
