León Kalenga, el nuncio en Argentina, recientemente fallecido

Eran tiempos difíciles en Haití. Gobernaba el país Jean Bertrand Aristide, que no lograba distinguir a los amigos y enemigos del gobierno. Por su decisión y por la mano operativa de su gente, tanto la catedral como la nunciatura apostólica fueron incendiadas y sus funcionarios obligados a caminar –casi desnudos– por la ciudad. El nuncio apostólico de ese momento era León Kalenga Badikebele.

Su calidad humana, su sonrisa y su afabilidad fueron la huella que dejó en cada una de las representaciones pontificias donde estuvo: Haití, Guatemala, Zambia, Brasil, Egipto, Zimbabue, Japón y El Salvador. En Argentina, desde junio de 2018, ha caminado las diócesis llevando siempre palabras de esperanza y fe, proclamando el amor de Jesús por cada hijo de Dios.

Últimos días en Argentina

Compartimos algunas afirmaciones recogidas por el equipo de prensa y comunicación de la Beata Madre Catalina de María, con motivo de su presencia en la beatificación de los mártires riojanos:

La nunciatura apostólica de Argentina comunicó ayer con pesar el fallecimiento de Léon Kalenga Badikebele. Tenía 62 años. El diplomático congoleño falleció ayer miércoles en Roma tras una larga enfermedad. Había sido designado como nuncio en Argentina por el papa Francisco en junio de 2018, y precedentemente en el Salvador.

En Argentina estuvo en el mes de Abril para la beatificación de los mártires riojanos, más precisamente el viernes 27 de abril por la noche en un clima de alegría por la Pascua Riojana, y luego de la misa celebrada en el Santuario Catedral de la ciudad, Mons. Léon Kalenga Badikebele compartió un ágape de bienvenida en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.

En esa oportunidad que dejó su huella y el recuerdo imborrable de su presencia cercana, amable, generosa de Pastor, accedió a una entrevista con Prensa Madre Catalina en la que hizo afirmaciones en la que destacó la “fe grande” del pueblo argentino, el compromiso de seguir escuchando a Dios que es luz, fuerza y guía. Nos dejó su abrazo y bendición a todos.

“Siempre ante los mártires tenemos una gran admiración, aguardaron la Palabra, la fidelidad total a Dios; la muerte no es fácil, no es fácil y ellos lo sabían, se quedaron y continuaron a predicar la Palabra de Dios y defender a los pobres”.

Respecto a su llegada a la Argentina: “Vi una fe grande, alegría en el Pueblo que participa de la misa, gran calor”.

Un anhelo para después de la beatificación: “Lo que espero siempre después de la misa de los domingos, un nuevo compromiso, una nueva voluntad para vivir bien el Evangelio, sobre todo, tomar consciencia de cómo escuchar, Dios significa entregarme a los hermanos. Escuchar a Dios que me da luz, fuerza, que indica el camino”.

Lo que le dijo el Papa Francisco antes de viajar a Argentina: “Me dijo de abrazar a todos, en una gran bendición a todos, me dio la bendición para traer aquí”. Sin perder la picardía expresó “El Santo Padre me recomendó degustar la grapa de Pituil”.

Pidamos a Dios que Jesús, el Buen Pastor, lo conduzca sobre sus hombros hasta la casa del Padre y que desde allá interceda junto a la Beata Catalina de María por la paz del mundo, por la Argentina y por la fidelidad de la Iglesia a la que tanto amó”.

Comunicado de los obispos argentinos

El episcopado argentino emitió hoy una comunicación en la que invita a una Misa en su memoria, que se celebrará en la Catedral Metropolitana, el próximo miércoles 19 de junio a las 19 hs.

También expresaron: “En su breve estadía en medio de nosotros supo ganarse la amistad y el afecto de muchos a través de la delicadeza de sus gestos y de su constante disponibilidad. Queremos agradecer a Dios su fraterno servicio al Episcopado y entrega pastoral a la Iglesia en Argentina y al país como Representante fidelísimo del Santo Padre Francisco”.