Tras las fuertes lluvias que durante más de 2 semanas han azotado Pereira, capital del departamento de Risaralda, en el eje cafetero de Colombia, la zona ha sido declarada de calamidad pública por las autoridades, pues hasta el momento van más de 1.800 familias damnificadas, 5 fallecidos y más de 56 derrumbes. Ante todo ello, Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira, ha expresado su solidaridad y cercanía con las familias de las víctimas.
“Quiero manifestar a todas las familias que sufren la muerte de sus seres queridos en este derrumbe, mi saludo fraterno de cercanía y solidaridad”, asevera el prelado, tal como lo reseña la Conferencia Episcopal de Colombia en su portal, en referencia al deslizamiento de tierra ocurrido en el sector La Romelia-El Pollo, en la Autopista del Café, entre los municipios de Dosquebradas y Pereira.
Además también ha hecho extensivas sus palabras a las familias que también han perdido seres queridos en varios sitios de la ciudad y del departamento. “Las parroquias afectadas están dispuestas con sus sacerdotes a colaborar en la medida de lo posible”, ha dicho.
También ha destacado que “el Banco de Alimentos de la ciudad también está disponible para ayudar a los damnificados en esta tragedia por motivo del crudo invierno que afecta a nuestro eje cafetero, principalmente la ciudad de Pereira”.
Por otra parte el prelado resaltó que “no hemos descuidado nuestras obligaciones morales y espirituales con los damnificados. Vemos que el gobierno, muy bien organizado, está dando respuestas inmediatas a todo este drama tan sorpresivo”.
Asimismo que una de las parroquias más afectadas, muy sencilla y pobre, es precisamente una muy cerca de la zona de la tragedia en la Romelia- El Pollo: “allí el sacerdote está muy atento en la medida de lo posible para ayudarnos en lo que se pueda y estar atento de lo que la gente requiera”, ha dicho el obispo al tiempo que ha informado que también cuentan con el apoyo de la Cáritas diocesana.
Foto: CEC