La posible ordenación sacerdotal, en zonas remotas y sin apenas presbíteros, de hombres casados ya ancianos y respetados por sus comunidades va a ser la ‘patata caliente’ del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonia que se celebra en Roma del 6 al 27 de octubre. Resulta controvertido hasta su propio nombre. Aunque siempre han sido conocidos como ‘viri probati’, en la presentación este lunes del ‘Instrumentum laboris’ de la próxima asamblea, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, justificó que el documento no utilice ese término porque “se ha convertido casi en un mito” y se ha “abusado de la expresión”.
Recogiendo las solicitudes de la población de la región amazónica, el texto pide a los padres sinodales que estudien la posibilidad de que accedan al sacerdocio “personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana”. Según Baldisseri, en este caso no se trata de ‘viri probati’, sino de “otra cosa”.
En este sentido, el arzobispo Fabio Fabene, subsecretario del Sínodo de los Obispos, destacó cómo para responder a las “exigencias pastorales de las comunidades amazónicas”, el amplio camino de consulta recorrido antes de la asamblea muestra la necesidad de “valorar la institución de nuevos ministerios”. Entre ellos está la posibilidad de conferir a la mujer un “ministerio oficial”, aunque el documento de trabajo no ofrece más detalles al respecto.
Fabene explicó que el ‘Instrumentum laboris’ no habla del diaconado femenino porque el Papa ya se manifestó sobre esta cuestión el pasado mayo durante la asamblea plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG), cuando dijo que “el tema necesita una ulterior profundización”. El subsecretario del Sínodo de los Obispos destacó cómo uno de los grandes problemas aflorados durante la fase de escucha a los pueblos amazónicos es “el sufrimiento provocado por la ausencia de la Eucaristía en muchas comunidades, especialmente en las zonas remotas, debido a la escasez de sacerdotes”.
En su comparecencia en la Sala de Prensa de la Santa Sede, Baldisseri informó de que serán unos 20 los indígenas que participarán en la próxima asamblea sinodal. “No faltarán hombres y mujeres pertenecientes a los pueblos amazónicos que serán capaces de transmitir los deseos y los anhelos más profundos” de los habitantes de esta región”, dijo el cardenal. “Se valorará la rica tradición de los pueblos originarios”, comentó por su parte Fabene.
En la presentación del ‘Instrumentum laboris’ participó también el jesuita argentino Humberto Miguel Yáñez, profesor ordinario de Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana y que ha tenido un papel significativo en la elaboración de este documento de trabajo.
Yáñez destacó cómo el texto denuncia el peso de la corrupción en la región amazónica al tiempo que hace un llamamiento a la “conversión ecológica”, lo que exigen una “conversión integral de todo el ser humano, en sus redes de relaciones personales y con la Creación”. Echando mano de la encíclica ‘Lautado si”, el profesor de la Gregoriana subrayó cómo la Iglesia también está llamada a una “conversión pastoral” para asumir el cuidado de la naturaleza como “parte de su misión evangelizadora”.