La Junta Directiva de la Federación Internacional de Fe y Alegría fue recibida ayer, 16 de junio, por el papa Francisco en el Vaticano, en una audiencia en la que centró su mensaje en “la importancia del protagonismo juvenil para su recreación hacia el futuro”. En la audiencia participó también María Luisa Berzosa, religiosa Hija de Jesús colaboradora de Fe y Alegría en Argentina, Italia y España, y a la que Francisco ha nombrado recientemente consultora de la secretaría general del Sínodo de los Obispos.
Este movimiento educativo liderado por la Compañía de Jesús trabaja en 22 países de Latinoamérica, África y Europa con unos 43 mil maestros y maestras que acompañan a más de 1,5 millones de estudiantes. “Los jóvenes tienen conciencia, hemos de dejarla florecer”, subrayó Francisco. “El protagonismo del futuro, no solo de Fe y Alegría sino de la humanidad, lo tienen ustedes. O lo siguen ustedes adelante o se acabó el futuro”, dijo, si bien los mismos jóvenes son también “el presente”, y por eso “tienen que tomar hoy día las cosas y llevarlas adelante con esa ilusión, con esa juventud y con esa capacidad de incluir”.
Relación entre mística y educación
Francisco mostró, además, su preocupación por el derecho universal a una educación de calidad y la necesidad de entender la educación como bien público. “Si no se permite actuar a los actores educativos, se coarta la educación, y se convierte en un instrumento de dominación”, recalcó antes de recibir como regalo de la organización una Silla Roja, un símbolo que Fe y Alegría utiliza para representar la defensa del derecho a la educación de los más de 260 millones de niños y niñas que están sin escolarizar en el mundo.
El Papa también recalcó, durante su intervención, la importancia de la mística de Fe y Alegría, así como la creciente internacionalización del movimiento, que actualmente se encuentra en conversaciones para llegar a otras 12 nacionalidades. Por este motivo, Francisco señaló que, “en comparación con la cultura de exclusión que nos rodea en nuestros tiempos, Fe y Alegría es la propuesta contraria”, ya que su mística “es la de incluir para que haya más, para que haya más jóvenes con educación, para que haya más futuro, para que haya más horizonte de preservación de la casa común”.