Con sus más de 10 mil parroquias, 130 albergues y miles de agentes de pastoral, es pieza clave para enfrentar la emergencia humanitaria
Luego de que el gobierno mexicano se comprometiera a generar un mayor control de los flujos de migrantes centroamericanos a cambio de que Estados Unidos no aplique aranceles especiales a los productos nacionales, el Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se reunió este lunes con el presidente Andrés Manuel López Obrador para dialogar sobre éste y otros temas de interés nacional.
En días pasados, tal como reportó Vida Nueva, la CEM manifestó su preocupación por los alcances de dicho acuerdo, y recordó a las autoridades de gobierno que los migrantes de ninguna manera deben ser “moneda de cambio”.
Los compromisos asumidos por México, que evitaron en su momento que el presidente Donald Trump impusiera aranceles a los productos mexicanos, se resumen en cuatro rubros: desplegar la Guardia Nacional en la frontera sur de México; las personas que soliciten asilo a Estados Unidos deberán permanecer en México mientras esperan la resolución; colaboración entre las dos naciones para enfrentar los flujos migratorios, y fortalecer y convertir a Centroamérica en una zona de desarrollo.
Durante la reunión de este lunes entre los obispos que conforman el Consejo de Presidencia de la CEM, encabezado por el arzobispo Rogelio Cabrera López, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la Iglesia manifestó su disposición a seguir coadyuvando en la respuesta a esta emergencia por la que atraviesa el país.
Según una nota de prensa publicada por la CEM, los obispos expresaron la necesidad de establecer un mayor diálogo y colaboración con las diferentes instancias de gobierno para unir fuerzas, coordinarse y garantizar la seguridad de los migrantes, aprovechando los más de 130 albergues, 10 mil parroquias y miles de agentes de pastoral con que cuenta la Iglesia en el país.
La CEM explicó que de manera especial los obispos manifestaron al presidente su preocupación por la criminalización y estigmatización de los migrantes y de los defensores de sus derechos humanos, en “un diálogo fraterno y propositivo, con la voluntad de colaborar en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y en paz”.
En relación con la reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento del Estado de derecho –señala la nota– los obispos del país expresaron también su deseo de contribuir a este gran reto a través del Plan de Construcción de Paz del episcopado mexicano, que incluye centros de escucha, centros de defensa de derechos humanos, acompañamiento a víctimas y talleres de educación para la paz, entre otras iniciativas.
Otro de los temas que se trataron en el encuentro fue el de la prevención de adicciones y promoción de los jóvenes, la pastoral en las cárceles, la ecología y desarrollo sustentable, la familia y la defensa de la vida, la salud y la pastoral castrense.
En este sentido, los obispos le hicieron saber al primer mandatario que la Iglesia católica quiere cumplir su misión “sumándose a la búsqueda del bien común en un marco de laicidad positiva, donde el ejercicio pleno de la libertad religiosa fortalece la democracia”.
Por su parte –reveló la CEM– el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió a los obispos de manera cordial, escuchó con atención sus propuestas y manifestó una amplia disposición para mantener un trabajo colaborativo y articulado, “en bien del pueblo que habita y camina por nuestra patria”.