Los obispos españoles han aprovechado la jornada en la que tantas calles de pueblos y ciudades se engalanan con flores para verter, con motivo del Corpus Christi, Día de la Caridad, su mensaje más ecologista de los últimos tiempos, muy en sintonía con Ladauto si’ y en plena preparación del Sínodo Panamazónico del próximo octubre.
Un mensaje que suscriben los miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y en donde invitan a “purificar nuestra mirada”, en sintonía con el título que encabeza el texto, Y renuevas la faz de la tierra. Porque los obispos ofrecen 4 pistas para cambiar esa mirada para ser capaces, por un lado, de alabar la Creación y, por otro, de implicarnos en el cuidado de todas sus criaturas.
Es la que los pastores reconocen con que hoy tenemos que mirar “el cielo y la tierra” para, de esta manera, “colaborar con Dios en la restauración de la belleza de la creación”, pues, como afirman, esta “está siendo maltratada, expoliada y sometida a la cultura del descarte”.
Esa es la perspectiva que los obispos consideran pertinente en estos momentos “para afrontar los desafíos que estamos viviendo y que se vislumbran en el horizonte, para que la humanidad reanude su camino con buen ánimo y mucho sentido común”.
Para “descubrir y encontrar” a Dios “en todos los hombres y mujeres, sirviéndole en cada uno de ellos, de modo especial en los más pobres, frágiles y necesitados”, señalan en el mensaje.
En el Día de la Caridad, los obispos nos recuerdan que “la Eucaristía sin caridad se convierte en culto vacío” y, a la vez que agradecen la entrega de tantos voluntarios, piden que esa entrega “muestre una vida creíble en todo momento a los ‘heridos por la vida’: pobres; sedientos de Dios; transeúntes; emigrantes con sus adversidades; refugiados; familias desestructuradas; marginados; personas atrapadas y esclavizadas por las drogas, el alcohol u otras dependencias; la trata de mujeres en la esclavitud de la prostitución; las estrecheces por las que pasan los desempleados; ancianos solos; enfermos mentales; necesitados de compasión”.