La violencia, el desabastecimiento, el desempleo y la falta de oportunidades para lograr una vida digna en el departamento del Chocó y suroccidente de Colombia que afectan a las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes tiene en alerta al episcopado, ante lo cual han manifestado su cercanía a los pastores que en esas regiones acompañan al pueblo de Dios. Así lo han expresado en un comunicado suscrito por Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente, y Elkin Álvarez, obispo auxiliar de Medellín y secretario general.
Igualmente ha hecho un llamado al Gobierno Nacional, a las comunidades y a las organizaciones sociales, “a avanzar en el camino del diálogo para encontrar respuestas concretas, superar estas problemáticas y encaminar a las comunidades hacia un desarrollo integral en armonía y corresponsabilidad”.
Solidaridad con las víctimas
Según el instituto de medicina legal el suroccidente colombiano y el Chocó son las zonas más violentas del país, especialmente por el accionar de grupos al margen de la ley que luchan por el control territorial para rutas del narcotráfico. En medio de esta violencia generalizada han caído en los últimos 15 meses 317 líderes sociales.
Al respecto los obispos han hecho llegar “a los familiares de quienes han perdido la vida en medio de estas situaciones nuestra condolencia y solidaridad, al mismo tiempo que aseguramos oraciones por el eterno descanso de sus seres queridos”.
“Invitamos a los fieles católicos a incrementar sus oraciones, especialmente en estos días de cuaresma, atendiendo las intenciones que expresamos en este mensaje para que, con la gracia de Dios, sigamos caminando juntos hacia la reconciliación y la paz. ¡Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá interceda por nuestras peticiones!”, han finalizado.
Foto: Consejo Indígena del Cauca