Luego de la muerte de un hombre salvadoreño y su hija de 23 meses de edad al intentar cruzar el río que divide México de la Unión Americana, el cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), así como el obispo Joe Vásquez, presidente del Comité de Migración de la USCCB, hicieron un llamado al gobierno federal para que escuche el grito de los pobres y vulnerables.
“El grito de un padre y su pequeña hija que se ahogó al cruzar el Río Grande llega al cielo mismo, y es consecuencia indecible de un sistema de inmigración fallido. Junto con los crecientes informes de condiciones inhumanas para los niños bajo la custodia del gobierno federal en la frontera, conmocionan la conciencia y exigen una acción inmediata”.
A través de un comunicado, DiNardo y Vásquez se unieron al Santo Padre, el papa Francisco, “en una inmensa tristeza, después de haber visto las horribles imágenes” de Óscar Martínez y su hija Angie Valeria, quien se ahogó en el río mientras intentaba huir de la persecución y entrar a los Estados Unidos. “Esta imagen clama al cielo por la justicia. Esta imagen silencia la política”, señalaron.
Los obispos también cuestionaron: “¿Quién puede ver esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros para encontrar una solución humana y justa a la crisis de inmigración? Lamentablemente, esta imagen muestra la difícil situación diaria de nuestros hermanos y hermanas. No sólo su grito llega al cielo. Nos alcanza. Y ahora debe llegar a nuestro gobierno federal”.
Al abundar en los recientes informes sobre condiciones insalubres y de hacinamiento en que viven las personas que se encuentran bajo la custodia de los Estados Unidos, especialmente los niños, los obispos pidieron que tales condiciones no sean utilizadas como herramientas de disuasión. “Podemos y debemos seguir siendo un país que brinda refugio a los niños y familias que huyen de la violencia, la persecución y la pobreza aguda”.
En este sentido, exhortaron al Congreso a proporcionar fondos adicionales para atender las necesidades de los niños bajo custodia federal. “Su proyecto de ley de asignaciones suplementarias también debería aumentar las protecciones para los niños inmigrantes, incluidos los estándares elevados y la supervisión de las instalaciones fronterizas. Es posible y necesario cuidar la seguridad de los niños migrantes y la seguridad de nuestros ciudadanos. Al dejar de lado los intereses partidistas, una nación tan grande como la nuestra, puede hacer ambas cosas”, aseguran.
Por otro lado, la USCCB informó que el Subcomité para la Iglesia en América Latina otorgó más de 3.5 millones de dólares en fondos, en forma de 215 subvenciones, para apoyar el trabajo pastoral de la Iglesia en América Latina y el Caribe.
Los proyectos que recibieron fondos para actividades pastorales incluyen los programas de apoyo y educación para comunidades laicas rurales en su defensa del medio ambiente en la Diócesis de El Alto, Bolivia.
Asimismo, el Subcomité de la Iglesia en África de la USCCB aprobó 56 subvenciones, por un total de poco más de 1.5 millones de dólares en fondos, para apoyar a las diócesis y proyectos pastorales en todo el continente africano.
De igual forma, el Subcomité de Ayuda a la Iglesia en Europa Central y Oriental aprobó 5.2 millones de dólares en fondos para 241 proyectos en 22 países de Europa Central y Oriental.