VOX y los migrantes, la semana del orgullo gay, la protección del patrimonio eclesial tras el incendio de Notre Dame… El secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, abordó todos los temas de actualidad que le plantearon los periodistas durante la rueda de prensa conclusiva de la Asamblea Permanente de los obispos españoles.
El próximo domingo, el Cerro de los Ángeles acogerá la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, cien años después de una celebración que presidió en Getafe el rey Alfonso XIII. En esta ocasión, no acudirá el actual jefe del Estado, Felipe VI.
Luis Argüello explicó que “el contexto social y político social es diferente, el mismo papel del rey constitucional es distinto del que tenía hace cien años”. Por eso, defendió que “no podemos pretender el mismo tiempo de propuesta y respuesta de las instituciones del Estado”.
En esta misma línea, apuntó que “en un contexto de diálogo con la sociedad, el acento es que los españoles que quieran aceptar esta invitación de los católicos con los españoles vivan esta relación misericordiosa con el corazón de Cristo”.
Sobre la propuesta lanzada por VOX en la Comunidad de Madrid para retirar la asistencia sanitaria de los migrantes irregulares, Argüello señaló que “no podemos desatender a los rostros y personas concretas que lanzan un grito de necesidad”.
“Los Estados tienen derecho a regular cómo admiten a las personas y cómo regulan sus servicios. Pero cuando vemos los rostros concretos, debemos hacer un esfuerzo para ver cómo atendemos esas situaciones, hay que atender la dignidad de la persona”, subrayó. “Nos unimos al grito de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos a favor de los que están sufriendo”, añadió en relación al caso del padre y la hija salvadoreños fallecidos en su camino hacia Norteamérica.
Preguntado sobre la postura de la Iglesia frente a las fiestas del orgullo gay, el secretario general del Episcopado reivindicó que “nos gustaría que se promoviera el orgullo de la maternidad y la paternidad, de la diferencia sexual”.
Desde esta visión, reafirmó la defensa de “la dignidad y la acogida de todas las personas, cualquier que sea su orientación o tendencia sexual”, si bien advirtió que algunas de las propuestas ideológicas que se lanzan en la plaza pública “ponen en juego la libertad”.
A renglón seguido, planteó que “ existe una propuesta antropológica a realizar que nace del significado de la diferencia sexual, del ser hombre y mujer, del papel del matrimonio y de la apertura a la vida”. “Señalamos el orgullo de ser padre y madre”, enfatizó.
Junto a estos documentos, el Episcopado anunció la convocatoria de una llamada Semana Social que se celebrará en octubre de 2020 “para que la Iglesia pueda ofrecer a quienes se muevan, por ejemplo, en el ámbito de la política sobre la necesidad de regenerar la vida publica y tener en el centro el bien común”. Esta iniciativa se enmarcaría como fruto del Congreso de Apostolado Seglar que tendrá lugar el próximo año.
Además, el presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Enrique Benavent, presentó unas orientaciones doctrinales sobre la oración titulado “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”, que finalmente ha sido aprobada por la Permanente. “Existe un rostro personal y no una energía cósmica con la que podemos dialogar”, señaló Argüello.
Durante estos días de trabajo, los obispos abordaron una propuesta de protocolo para la gestión de seguridad de los bienes de patrimonio cultural. “Ya se venía trabajando en ello, pero se ha acelerado tras el incendio de Notre Dame”, reconoció. “Hemos hecho un esfuerzo extraordinario en cambiar las instalaciones eléctricas y puedo decir que la situación global es buena, aunque siempre hay un riesgo latente”.