La Ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ha negado que la postura del Gobierno de revisar la fiscalidad de la Iglesia católica en España se deba a la polémica suscitada por la exhumación de Franco tras las declaraciones a Europa Press del nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini.
En una entrevista en Antena 3, al ser preguntada por si la reacción del Ejecutivo era producto de una “rabieta” ante las declaraciones de Fratini, quien manifestó que el Gobierno de Pedro Sánchez “ha resucitado a Franco”, la titular de Hacienda ha recordado, en este sentido, que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en su visita al Vaticano ya expresó la voluntad del Ejecutivo español de revisar la tributación de la Iglesia. “Ya tuvo conversaciones respecto a esta materia y es un tema muy importante”, ha añadido en relación a la conversación que mantuvo con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
Montero ha apuntado la necesidad de realizar “la categorización de cuáles son los patrimonios que están al servicio de los ciudadanos y cuáles forman parte del patrimonio de la Iglesia que, en estos momentos, tienen una exención y que parece que habría que revisar”. No obstante, ha precisado que la revisión de la fiscalidad afectaría fundamentalmente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), pues según ha afirmado, hay algunos que no están dedicados al culto religioso ni a fines sociales.
Asimismo, Montero ha mantenido al margen los tributos recaudados a través de la casilla del IRPF. Según ha explicado, lo que propone el Gobierno “no tiene tanto que ver con la casilla de la Iglesia sino con el IBI, con la exención de algunos impuestos”. Y añadido que respecto a “los lugares de culto o los lugares en los que se desarrolle una acción social tendrán el mismo trato que el resto de ONG”, pero “en otros bienes de la Iglesia que no estén desarrollando esa tarea hay que replantearse esa contribución que básicamente va a los ayuntamientos”.