El papa Francisco autorizó el pasado 5 de julio a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto relativo a las virtudes heroicas del siervo de Dios Ángel Riesco Carbajo, obispo titular de Limisa, obispo auxiliar de Tudela y fundador del Instituto secular de las Misioneras de la Caridad. Así lo comunicó el Vaticano al día siguiente, tras la reunión entre el Pontífice y el cardenal prefecto Angelo Becciu.
Riesco Carbajo nació en Bercianos de Vidriales (Zamora) el 9 de julio de 1902 y murió en La Bañeza (León) el 2 de julio de 1972. Ingresó a los 12 años en el seminario de Comillas y se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia Comillas.
Su ordenación sacerdotal fue el 25 de julio de 1926. Después fue nombrado coadjutor y ecónomo en La Bañeza, donde realizó una labor apostólica y social, con gran entrega en la catequesis, la asistencia a los pobres y enfermos, el impulso de los movimientos apostólicos y la promoción de la vida espiritual y de consagración a Dios. En 1948 fue nombrado vicario general de Oviedo.
En 1957 fundó el Instituto de las Misioneras Apostólicas de la Caridad, cuya aprobación pontificia fue concedida el 15 de agosto de 1982. Fue consagrado como obispo auxiliar de Oviedo el 11 de mayo de 1958. Pasado poco más de un año fue trasladado como obispo de Tudela. En 1969 presenta su dimisión como obispo para dedicarse al Instituto, que hoy se ha extendido por varios países del mundo.
El 12 de octubre de 1995 se abrió en La Bañeza el proceso de beatificación, que experimenta ahora un paso más para su ascenso a los altares. El proceso queda ahora a la espera de la certificación de un milagro por intercesión del venerable.