Vincent Lambert, el tetrapléjico francés que llevaba 11 años en estado vegetativo, ha muerto esta mañana a las 8:24 horas en el hospital de Reims, en el norte de Francia, donde estaba hospitalizado. La Academia Pontificia para la Vida no ha tardado en reaccionar a través de Twitter: “Mons. Paglia y toda la Academia Pontificia para la Vida oran por la familia de Vincent Lambert, por los médicos, por todas las personas involucradas en este asunto. La muerte de Vincent Lambert y su historia son una derrota para nuestra humanidad”.
Los médicos le suspendieron el pasado 2 de julio la alimentación e hidratación después de una larga batalla legal. Y nueve días después fallece, tras 11 años del accidente de tráfico que lo dejó en estado tetrapléjico.
El director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, ha dicho a los periodistas que el Vaticano ha recibido “con dolor la noticia”. “Rezamos para que el Señor lo acoja en su Casa y expresamos cercanía a sus seres queridos y a todos los que, hasta el final, se han dedicado a asistirlo con amor y entrega”, ha continuado, para luego reiterar, parafraseando al papa Francisco: “Custodiemos siempre la vida, don de Dios, desde el inicio hasta su fin natural. No cedamos a la cultura del descarte”.
Una larga batalla legal
La detención de la hidratación y la nutrición se produjo después de que la sentencia de Casación anulara la decisión del Tribunal de Apelación de continuar el tratamiento en espera del dictamen del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. De hecho, el organismo de la ONU había pedido a Francia seis meses para examinar el caso. Sus padres, católicos, lideraron una dura batalla legal para evitar que se le retirara la alimentación, pese a la postura opuesta de su esposa y los médicos.
Los padres del francés consideran el caso “una eutanasia encubierta”, ya que esta práctica es ilegal en el país Galo, ya ha sido recriminada anteriormente por el Vaticano. Y es que, si bien la legislación francesa declara que los cuidados médicos“no deben prolongarse con una obstinación irrazonable”, el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida subraya que el caso de Lambert no refleja tal situación.
Los últimos 6 años de su vida han estado marcados por la batalla legal. En el último año, su historia ha preocupado especialmente al Papa, que ha hecho varios llamamientos públicos por la vida de Lambert, citando su nombre de forma explícita y comparando su caso con el de Alfie Evans.
Ayer mismo, el Papa escribía un mensaje en Twitter aludiendo al caso: “Oremos por los enfermos que son abandonados hasta dejarlos morir. Una sociedad es humana si protege la vida, toda vida, desde el inicio hasta su fin natural, sin decidir quién es digno o no de vivir. ¡Que los médicos ayuden la vida, no la quiten!”.